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Comentarios
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Que gran programa siempre congrats
Vaya formidable par de referencias protagonizan el programa de esta semana, Antonio. Te ha quedado redondo, muchas gracias por tu fantástica labor. Es curioso que Dennis Hopper naciera en Dodge City, una de las primeras películas que recuerdo de él fue "Duelo de titanes". En ella compartía unas escenas con Burt Lancaster interpretando a un torturado joven, que se debatía entre hacer lo que consideraba correcto, y obedecer a su padre como se supone que debía hacer, aunque eso significase enfrentarse a Wyatt Earp y sus compañeros en el O.K. Corral. También recuerdo con mucho cariño su alcoholizado asistente del entrenador en "Hoosiers: más que ídolos", junto a Gene Hackman, rodada en 1986, tres años después de su rehabilitación. Y antes de "Speed", de la que es lo mejor junto a sus escenas de acción, destaco el breve papel que interpretó en "Amor a quemarropa", donde en una escena junto a Christopher Walken elevó a los cielos el explosivo guión de Quentin Tarantino, con su diálogo sobre los ancestros de los sicilianos. De "Super Mario Bros" y "Space truckers" hablamos otro día. "El resplandor" es conocida por ser una de las adaptaciones más reconocidas de las obras de Stephen King, y a la vez más denostada por el escritor. Siendo cierto que no es la adaptación más fiel de su obra, no lo es menos que posiblemente sea una de las tres mejores (en mi opinión personal, junto a "Cadena perpetua" y "Cuenta conmigo"). Has hecho referencia al exhaustivo control al que Kubrick sometía a cada detalle, por mínimo que nos pueda parecer desde fuera a los espectadores. Es muy recomendable el entretenido documental "Room 237", que disecciona la película y nos introduce en la mente de Kubrick, al tiempo que juega con alguno de los mitos que rodean al genial director nacido en Nueva York. "El resplandor" tiene la capacidad de ser una de las mejores películas de terror de la historia, sin estar especialmente sembrada de sustos que te hacen levantarte de un salto de la butaca. Esa espiral por la que poco a poco va descendiendo Jack Torrance hacia su locura, tan bien resumida en una sola frase en "Los Simpsons" (sin tele y sin cerveza, Homer pierde la cabeza, una muy lograda actualización de la situación de Jack), es más actual que nunca en tiempos de confinamiento. Menos mal que hemos podido pasar de la TDT y meternos horas y horas de cine en vena, porque si no también nos hubiéramos encontrado con una escasez de hachas en las ferreterías.