En el primer bloque del episodio 42 de El Aprendiz de Sabio, tuvimos Los Cables del Maryordomo, columna mensual de política internacional con Juan Pablo Prolongo. Conversamos acerca de seguridad, gobierno y ciudadanía. Para ilustrar el tema, el conductor Juan Marcos Tripolone leyó "La algorética y un nuevo acuerdo sobre los datos", un artículo de su autoría.
¿Quién controla a la política de productos y antiterrorismo de Facebook? ¿Qué injerencias tienen los gobiernos en estas políticas? ¿Qué estrategias se usan para combatir esto? ¿Quién diseña estas estrategias? ¿Algún organismo multilateral como la ONU debería “controlar lo que se controla”? ¿Cual es el objetivo del uso de las redes sociales por los terroristas? ¿Para reclutar? ¿En qué nivel de desarrollo se encuentra la inteligencia artificial que se está entrenando para vigilar civiles en Internet? El espionaje virtual. ¿Estaría que el gobierno interceda en los perfiles de redes sociales de sus ciudadanos si sospecha comportamientos terroristas?
Se requiere un trabajo democrático muy arduo para legislar y regular bien la injerencia del estado en la red. Es notable la comprensión sobre la dinámica en las redes sociales por parte de los grupos terroristas. El ciberpatrullaje implica una dinámica en la que a menudo pagan justos por pecadores.
Seguridad, gobierno y ciudadanía:
En el presente análisis estaremos investigando la seguridad en manos de los gobiernos, en favor de la protección del ciudadano en referencia al terrorismo, y hasta dónde puede llegar el Estado a controlar a sus conciudadanos en favor de la seguridad nacional e internacional mediante el cruzamiento de información. Para avanzar en nuestro desarrollo, la RAE define como “seguridad ciudadana; situación de tranquilidad pública y de libre ejercicio de los derechos individuales, cuya protección efectiva se encomienda a las fuerzas de orden público”. He aquí la definición clave que nos permitirá conocer la potestad del Estado en favor de la protección civil y gubernamental. El terrorismo es el enemigo público de la mayoría de las naciones del mundo occidental y que bajo ciertas circunstancias fueron víctimas, de algún ataque dentro o fuera de las fronteras nacionales. Entendemos que el terrorismo no encuentra frontera alguna para hacerse de sus víctimas y perpetuar sus masacres. Tras la asunción del grupo terrorista extremista islámico llamado Isis o Estado Islámico como su nombre en español lo indica, buscan instaurar el califato islámico teniendo su centro en la República de Siria. Desde que este grupo desestabilizó el gobierno de Bashar al-Assad comenzó una guerra abierta contra todo aquel que no fuera fiel a Alá y al nuevo Estado Islámico, quien llamó a hacer Yihad a todos los musulmanes del mundo contra los infieles, (entendemos a estos últimos como naciones occidentales, cristianos, periodistas, organizaciones internacionales, etc). Tal como sabemos la seguridad internacional se vio comprometida tras los atentados del 11-S, donde el concepto de seguridad cambió para siempre, las naciones occidentales en su mayoría se unieron para declararle la guerra al terrorismo quien en ese entonces tuvo un nombre, Osama Bin Laden, y a su organización terrorista Al Qaeda, quien fuera fruto de grupos armados afganos en la guerra fría donde Estados Unidos financió y capacitó mediante la CIA a talibanes para luchar contra el avance soviéticos en el área.
Pero volviendo a nuestro foco de análisis, tras la asunción del grupo terrorista ISIS en Siria, muchísimas personas de diferentes rincones del mundo decidieron viajar al país para unirse a las filas de la organización terrorista. Fue así como muchísimos jóvenes decidieron dejar sus familias y tomar las armas, incluso jóvenes europeos cristianos o quienes no tuvieran relación alguna con el Islam como religión, y convencieron de que habría un nuevo mundo justo, en favor de saldar la vidas perdidas por los avances del occidente en sus guerras en medio oriente. Este fenómeno de filtración y reclutamiento terrorista online, obligó a las autoridades gobernantes prestar especial atención a las redes sociales e internet. Isis utilizó todos los medios posibles para captar a jóvenes vulnerables o víctimas primarias debido a su edad, situaciones familiares, religiosas o incluso con promesas donde podrían conseguir todo de lo que les fue privado en sus hogares o en sus países. Dentro de estas promesas estaban soldados físicamente atractivos, de dinero, de mansiones, de vidas como la que no tendrían en sus hogares y si las tendrían en el nuevo califato. Fue de esta manera como muchos jóvenes principalmente de Europa se dieron a la fuga de sus países captados por personas de las redes sociales que utilizaban Twitter o Facebook, donde la mayoría de los jóvenes tenían acceso para lograr su cometido. Las autoridades Europeas no podían permitir que los jóvenes se unan a dicha organización, porque primeramente de víctimas pasarían a ser sentenciados por terroristas en caso de que fueran captados por su propio país o fuerzas armadas de la coalición en batalla, segundo porque la vulnerabilidad de la seguridad del Estado se estaba cruzando con la intimidad y la libertad del uso de las redes sociales individuales de las personas, entonces, ¿Es lícito el control del Estado sobre lo que circula o fluye en perfiles privados de las personas, en pos de la seguridad nacional? Creo que con esto podemos abrir un gran camino para el pensamiento y la discusión, sobre hasta dónde cedemos libertad al Estado para que ejerza su control sobre nosotros para protegernos del terrorismo y hasta donde esto puede ser un desafió para la libertad individual. Hasta este momento una de las políticas incorporadas por la Europol es: “El 1 de julio de 2015, Europol lanzó la Unidad de Referencia de Internet de la Unión Europea (UE IRU) para combatir la propaganda terrorista y las actividades extremistas violentas relacionadas en Internet. El uso de Internet por parte de los terroristas y las redes sociales ha aumentado significativamente en los últimos años. Los grupos yihadistas, en particular, han demostrado una comprensión sofisticada de cómo funcionan las redes sociales. Han lanzado campañas bien organizadas y concertadas en las redes sociales para reclutar seguidores y promover o glorificar actos de terrorismo o extremismo violento. Para abordar este fenómeno, los Estados miembros de la Unión Europea (UE) decidieron implementar un enfoque de prevención europeo coherente y coordinado. El 12 de marzo de 2015, el Consejo de Justicia y Asuntos de Interior de la Unión Europea ordenó a Europol que estableciera una unidad dedicada destinada a reducir el nivel y el impacto de la propaganda terrorista y extremista violenta en Internet. La Unidad de Referencia de Internet de la Unión Europea en Europol identificará y remitirá el contenido en línea relevante a los proveedores de servicios de Internet interesados y apoyará a los Estados Miembros con análisis operativos y estratégicos”. Los desafíos están planteados en pos del bienestar y la seguridad mundial dándole batalla desde todos los puntos al terrorismo internacional quién como sabemos no está establecido dónde puede perpetrar sus masacres y bajó que escenario, pero sí está claro que incluso cuando la libertad de contenido en la que compartimos la mayoría de las naciones democráticas, valoramos la libertad individual nos vemos en cierta manera reducidos en ella por el Estado, quien es el único encargado de velar por nuestra seguridad nacional y prosperidad para nuestro futuro, es por tanto mi opinión referida a que estas medidas se encuentran adecuadas bajo un grandísimo fundamento que es la protección de la vida de los ciudadanos que amamos la libertad y que mediante el control de la red para evitar que grupos extremistas o terroristas se filtren y alcancen a nuestros conciudadanos afectando nuestra seguridad, es totalmente válido en menester de la causa de la lucha transnacional contra el terrorismo y de sus células a nivel internacional, cuando no sabemos dónde ni cuándo atacarán nuestra sociedad, ni quién será el próximo blanco de ataque.
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