Conferencia del Doctor Antonio Caponnetto en torno a la poetica de la liturgia relacionada con la promesa de la Segunda Venida.
Dictada durante el XXI Encuentro de Formación Católica (octubre 2018, Buenos Aires), organizada por el Círculo de formación San Bernardo Claraval
fuente: https://www.youtube.com/watch?v=tUA_j9fNgqk
listado de otras conferencias del Doctor Caponnetto: https://elespejoquerefleja.blogspot.com/2018/07/antonio-caponnetto-conferencias.html
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liturgia, misa, rito, oración, himnos, vigilia, eucaristía, Parusía, Apocalipsis, escatología, Segunda Venida, adviento
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Oh Verbo soberano que brotaste
Del seno de tu Padre sempiterno,
Y que naciste para bien del mundo
Al declinar el curso de los tiempos:
Alumbra nuestros pechos con tu brillo,
Y con las llamas de tu amor incendialos,
Para vaciarlos de lo transitorio,
Para llenarlos del afan del cielo;
Para que cuando el Juez que ha de juzgarnos
Condene al fuego eterno a los perversos
Y llame al cielo, con su voz amiga,
A los que buenos y piadosos fueron,
No nos perdamos en el torbellino
Devorador del infernal incendio,
Sino que, viendo a Cristo cara a cara,
Compartamos su gozo duradero.
Gloria sin fin al Padre soberano,
Y al Hijo que ha nacido de su seno,
Y al Espiritu Santo que los une
Y que es el verdadero Dios con ellos.
(HIMNO DE MAITINES PARA EL TIEMPO DE ADVIENTO)
http://www.ccwatershed.org/media/pdfs/14/02/05/18-36-26_0.pdf
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Oíd la clara voz que, resonando,
Refuta con su luz la sombra inmensa,
Y ved, mientras los sueños se disipan,
Despuntar a Jesús sobre la tierra.
Que el alma se levante de este suelo
En que yace postrada y soñolienta,
Pues ya brilla en el cielo el astro nuevo
Que todas las maldades ahuyenta.
Ved al Cordero que nos fué mandado
Para pagar nuestra primera deuda,
Y alzando hasta sus ojos nuestros ojos
Pidámosle con lágrimas clemencia.
Para que cuando venga finalmente
A ceñir de terror la tierra entera.
No nos castigue por lo que pecamos
Sino que, bondadoso, nos proteja.
Alabanza, virtud, honor y gloria
A Dios Padre y al Hijo con quien reina,
En unión del Santísimo Paráclito,
Ahora y por edades sempiternas.
(HIMNO DE LAUDES PARA EL TIEMPO DE ADVIENTO)
http://curas.com.ar/Documentos/Bernardez/Bernardez17.htm
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Éste es el tiempo en que llegas,
Esposo, tan de repente,
que invitas a los que velan
y olvidas a los que duermen.
Salen cantando a tu encuentro
doncellas con ramos verdes
y lámparas que guardaron
copioso y claro el aceite.
¡Cómo golpean las necias
las puertas de tu banquete!
¡Y cómo lloran a oscuras
los ojos que no han de verte!
Mira que estamos alerta,
Esposo, por si vinieres,
y está el corazón velando
mientras los ojos se duermen.
Danos un puesto a tu mesa,
Amor que a la noche vienes,
antes que la noche acabe
y que la puerta se cierre. Amén.
(Himno: ÉSTE ES EL TIEMPO EN QUE LLEGAS)
http://liturgiadelashoras.com.ar/sync/2016/nov/29/visperas.htm
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Escucha, casa de David:
La Virgen pura se halla encinta;
Dios la acaricia y la fecunda
y la hace Madre de la vida.
La Virgen grávida nos lleva
en el secreto de su dicha;
la Virgen fiel nos abre ruta
por su obediencia de discípula.
Espera en calma la agraciada,
con ella el mundo se arrodilla;
levanta el pobre la mirada,
con ella pide la venida.
Nacido en tiempos sin aurora,
el Hijo espera con María.
¡Oh Dios de amor, nuestra esperanza,
cambia tu espera en parusía!
¡A ti, Jesús, Hijo esperado,
aparecido en nuestros días,
con santo júbilo cantamos!
¡Ven en tu reino, ven de prisa! Amén.
(Himno: ESCUCHA, CASA DE DAVID)
http://www.liturgiadelashoras.com.ar/sync/2015/dic/20/visperas.htm
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Día de la ira, aquel día
en que los siglos se reduzcan a cenizas;
como testigos el rey David y la Sibila.
¡Cuánto terror habrá en el futuro
cuando el juez haya de venir
a juzgar todo estrictamente!
La trompeta, esparciendo un sonido admirable
por los sepulcros de todos los reinos,
reunirá a todos ante el trono.
La muerte y la Naturaleza se asombrarán,
cuando resucite todo lo creado
para que responda ante su juez.
Aparecerá el libro escrito
en que se contiene todo
y con el que se juzgará al mundo.
Así, cuando el juez se siente
lo escondido se mostrará
y no habrá nada sin castigo.
¿Qué diré yo entonces, pobre de mí?
¿A qué protector rogaré
cuando apenas el justo esté seguro?
Rey de tremenda majestad
tú que a los justos salvas de corazón,
sálvame, fuente de piedad.
Texto parcial traducido del himno Dies Irae (Requiem)
https://es.wikipedia.org/wiki/Dies_irae
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No sabemos el día, la hora o el espacio,
nos resulta escondida la fecha y el paisaje,
pero habrá una batalla, un asalto postrero,
que será a Tu servicio, lidiando en Tu homenaje.
No sabemos tampoco si las armas del duelo
brotarán de la esquirla, del fuego,de los hierros.
Donde retumben cascos de Tu galope iremos,
nos lleves a una orilla o al filo de los cerros.
Estarás de regreso, cumpliendo Tu palabra,
en la diestra un estoque purificado en llantos
de justos, de leales, del rebaño pequeño,
y a grupas de sus potros te escoltarán los santos.
Te veremos, Señor, como no te hemos visto,
tal cual profetizaste con el son de un plañido,
el lábaro flameando, las mesnadas pujantes,
el campamento en vela sobre el Monte Megido.
Los de Gog y Magog probarán su artería
fundida en las tinieblas, crepitantes de averno,
entonces el celaje se partirá de un tajo
y bajarás ecuestre, arrollador y eterno.
¿Dónde irán los traidores de la Cruz y la Sangre,
adónde los perjuros de la recta doctrina,
qué refugio de sombras, de negrura y de abismos
hospedará al indigno de la silla petrina?
Confirma nuestra Fe, para no defraudarte,
las aguas bautismales confírmanos al alba,
revalida en nosotros la fuerza de los héroes,
tu espaldarazo danos, Señor, porque nos salva.
El temblor se disipa, sabiendo que acaudillas
un ejército invicto transfigurado en grey,
con vivac en el cielo, la gracia por vanguardia
la muerte derrotada, vivando a Cristo Rey.
Armagedón (Antonio Caponnetto)
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