Absolutamente. Para combatir el infortunio, añadiríamos. El Año del Corona nos está jodiendo bastante, empeñado en pasar a la historia más negra de nuestra vidas, la de los honrados ciudadanos que buscan discretamente un tiempo de expansión musical en su atareada peripecia vital, sea ésta cual sea y con quien sea.
Nuestra medicina digital no es diferente respecto a otros fármacos ya administrados anteriormente, ya sabes, blues, jazz, rock, pop de cada década, soul, funk, electrónica, bandas sonoras, defunciones, anecdotarios... lo repetimos cada més en las presentaciones: La Música sin Tiempo, eso es Aeroplano en definitiva.
Por eso comenzamos éste descompuesto mes con el Future Blues de Canned Heat, una banda a la que ya no le queda ningún miembro original vivo y eran ¡cinco!... no, no tienen nada que ver con el Corona, murieron mucho antes, tampoco con la elección en éste desagradable mes, simplemente Al Wilson y sus chicos, Larry Taylor, Henry Vestine, Bob Hite... han sido personajes que entraron en la mítica por derecho propio: por su extraordinario repertorio y por su labor humanitaria (ahora que esto afortunadamente se ha puesto también de moda) con la busca y captura de las leyendas vivas del mejor blues sureño: Son House, John Lee Hooker, Memphis Slim, Clarence Gamemouth Brown y bastantes más.
No solo suenan añejos los Heat, también está el Capitán Beefheart, espécimen para tratar en clinicas terapéuticas, Mark & Almond, aquellos trovadores del medio tiempo acústico o The Eagles, XTC... combinados con las últimas apariciones en el mercado: un sorprendente Morrissey o Jonathan Wilson en otra nueva renuncia, ésta hecha con gusto, eso sí. En fin con los apartados habituales y la agradable sorpresa de los madrileños Durango14. Lo dicho: como ir en avión.
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