MEDICINA ALTERNATIVA PARA COMBATIR EL COVID-19
2020-07-10
Gracias a la medicina bioenergética y homeopática, se salvaron mis amígdalas de ser extirpadas; tres médicos especialistas en otorrinolaringología (de oídos, nariz y garganta), diagnosticaron una cirugía de estos órganos que son filtros y previenen las enfermedades. Soy paciente por algunos años de la medicina alternativa.
La medicina alternativa, la llaman así porque es diferente, en casos complementaria, a la medicina alópata u occidental. Las más conocidas son la bioenergética, homeopática, tradicional china, la tradicional de nuestros indígenas y muchas más según el uso de los pueblos del mundo.
Algunos opinan, especialmente los formados en universidades en las carreras de medicina, que no son probadas científicamente y que más bien tienen un efecto placebo, es decir, obra la fe de la persona en su curación. Sin embargo las evidencias de cura y recuperación están a la vista, con fe y sin fe.
La formación del personal de salud responde a un sistema ideado desde occidente, muchos planes y programas de estudio son copia de otros países; por ende reflejan una influencia ideológica y económica; indican que a su vez responde a las farmacéuticas, fábricas de medicinas, interesadas en obtener ganancias cuantiosas por la venta de los fármacos. El derecho a la salud no se cumple, porque la persona no es paciente, sino es un cliente, mientras más se enferme, más consumirá los medicamentos.
Por la pandemia del COVID-19, los cuestionamientos a este modelo de medicina occidental se ha levantado; por ejemplo un médico colombiano indica que no sigue el protocolo establecido para la atención de los pacientes; señala que no se necesitan de los respiradores, de la terapia intensiva, ni de medicamentos costosos, Ha curado a enfermos de coronavirus con poco dinero.
Otro ejemplo, médicos ecuatorianos suministran Dióxido de Cloro a enfermos del COVID-19 y se han sanado completamente. Esta substancia muy barata ha demostrado ser la solución de salvar vidas y ahorro de dinero, al alcance de los más pobres.
Diez Obispos de Ecuador entregaron una carta abierta al Presidente de la República de Ecuador, solicitando que autorice la utilización del Dióxido de Cloro, porque “los ensayos preliminares han resultado estupendos de un 100% de curación del coronavirus”. Dicen que esto permitirá escuchar los gritos del pueblo que sufre y evitar el gasto de miles de millones de dólares e insumos costosísimos de redes farmacéuticas. “Con esta guerra, en contra de la verdad, el Gobierno no favorece la salud de los enfermos, al contrario, la perjudica…”; porque funcionarios estatales se han dedicado a perseguir a médicos y pequeños distribuidores de esta substancia que ha demostrado que cura.
Nos preguntamos: ¿Por qué no se reconocen las evidencias de la medicina alternativa en la curación de enfermedades? ¿Existirán poderes económicos y políticos que impiden abaratar los costos de las medicinas y procedimientos médicos para sanar enfermedades? ¿Habrá complicidad de funcionarios públicos para favorecer a las empresas farmacéuticas? ¿Los intereses económicos estarán por encima del derecho a la salud del ser humano? (O)
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