Has elegido rechazar las cookies basadas en consentimiento que utilizamos principalmente para gestionar la publicidad. En adelante, para acceder a nuestra web tienes que elegir alguna de las siguientes opciones.
Premium
3,99 €/mes o 39,90 €/año
Sin publicidad y mucho más
Plus
Por 9,99 €/mes
Contenido exclusivo y sin publicidad
Si has cambiado de idea, puedes aceptar las cookies y continuar usando iVoox de forma gratuita.
Con tu consentimiento, nosotros y nuestros 813 socios usamos cookies o tecnologías similares para almacenar, acceder y procesar datos personales, como tus visitas a esta página web, las direcciones IP y los identificadores de cookies. Algunos socios no te piden consentimiento para procesar tus datos y se amparan en su legítimo interés comercial. Puedes retirar tu consentimiento u oponerte al procesamiento de datos según el interés legítimo en cualquier momento haciendo clic en ''Obtener más información'' o en la política de privacidad de esta página web.
Nosotros y nuestros socios hacemos el siguiente tratamiento de datos:
Almacenamiento y acceso a información de geolocalización con propósitos de publicidad dirigida, Almacenamiento y acceso a información de geolocalización para realizar estudios de mercado, Almacenar la información en un dispositivo y/o acceder a ella , Datos de localización geográfica precisa e identificación mediante análisis de dispositivos , Publicidad y contenido personalizados, medición de publicidad y contenido, investigación de audiencia y desarrollo de servicios , Uso de cookies técnicas o de preferencias.
Comentarios
Que comentario tan estrambótico, Julia. Ponerte a hablar de machismo en el contexto del neolitico!
La primera gran revolución social y cultural. Siempre me ha apasionado este periodo. Me ha encantado este capítulo.
Definitivamente viendo las que ven machismo y los que ven marxismo en los lugares más insospechados, no hay más remedio que concluir que nos hemos vuelto paranoicos.
Espero impaciente la respuesta del Sr. Arsuaga a la tendenciosa pregunta de Julia, aunque siendo inteligente como es supongo que la toreará sin despeinarse.
Anónimo te envidio, para mi quisiera tu erudición, te lo digo sinceramente solo por leer comentarios como los tuyos merece la pena andar por aquí descargando mi frustración. Salu2
aquí siempre estan los trolls haters de siempre provocando , criticandolo todo y soltando su mierda machista ,sexista y xenófoba . Charli no entres al trapo q es lo q quieren
Julia trastorno mental? . no le llegas ni a la planta de los pies. ignorante
En cuanto a la distribución de roles sociales entre la mujer y el hombre, además del periodo de lactancia hay que considerar otro factor esencial: la dinámica reproductiva. Si una sociedad envía a las mujeres a la guerra y se produce una mortandad importante, la siguiente generación sufrirá una depresión demográfica importante. No sucedera así si se produce una mortandad importante entre los hombres, ya que mediante la poligamia se puede paliar rápidamente el descenso demográfico. Obviamente, esta ingeniería de población se traduce en rasgos socioculturales, pero no únicamente "machistas" o androcéntricos, como suele darse por supuesto desde la hegemonía feminista, sino también rasgos ginocéntricos muy marcados que los complementan. Como, por ejemplo, el dominio por parte de la mujer del sistema de selección de pareja reproductora, la hipergamia femenina o la inducción cultural para que el hombre actúe de proveedor de bienes y sercicios (seguridad) de la mujer, sin otra contrapartida que el acceso sexual a la ella. Todos estos son comportamientos que otorgan un gran poder social al género femenino, si bien quedan habitualmente ocultos por las expresiones de poder económico, intelectual (sacerdotal) o militar ostentandas por los hombres, poder a menudo acumulado en origen sólo para actuar como proveedores de las mujeres...
"Sesgo marxista", dice alguien por ahí. Me temo que confunde el marxismo como ideología para la acción política (sobre gustos), con el marxismo como herramienta de análisis historiográfico, que es imprescindible sea cual sea su orientación política, siempre que se use junto con otras herramientas y perspectivas, ya que la verdad en historia es poliédrica y multicausal, nunca unidimensional. Así, sobre la emergencia del neolítico y sus implicaciones sociales, tenemos múltiples teorías comolementarias. Todas ellas tienen algún tipo, mayor o menor, de influencia marxista. Al igual que las teorías sobre el feudalismo, es inevitable recurrir a cierto grado de marxismo, ya que son etapas asociadas a transformaciones de base económica.
Puestos a formular preguntas sobre las perversas decisiones de los machos: ¿En que momento decidió el macho que bebía proteger a la hembra y a sus crias?. ¿Por que decidió el macho que debía ser él quien saliera a cazar y proveer de alimentos?. ¿Fue todo premeditado para someter a la hembra, o un instintivo reparto de roles? Hay que preguntarse también el porqué, y gracias a qué, hoy las mujeres no tienen esas necesidades.