El retrato de Sánchez: ¿Narciso o Dorian Grey?
Ayer sábado tenía un dilema, tras ver la comparecencia en TV de Pedro Sánchez, solo tenía dos opciones y más si tenemos en cuenta el mal día que estaba pasando ante las noticias que me llegaron desde Salamanca. La primera dejarme guiar por el corazón y arremeter contra este presidente que tenemos, un presidente elegido por el parlamento tras claudicar el Psoe ante Podemitas, Separatistas, terroristas y a los que este país les tiene sin cuidado y odian, basta con ver el recibimiento que hicieron a nuestros militares en Pamplona para darse cuenta de ello, o bien olvidarme de mi situación personal e intentar hacer un Hilo más reflexivo pero no por ello menos críticos pero analizando, si es que hay algo que analizar, la nueva entrega del nuevo programa de las televisiones del régimen y que bien podrían presentar como el nuevo Aló Presidente Sánchez.
Si estuviéramos en un País normal, una rueda de prensa como la ofrecida este sábado sería rechazada de inmediato por la totalidad de los medios de comunicación, medios que se negaría a participar en un programa echo a la medida de Pedro Sánchez, tal y como acaba de hacer esta tarde el Mundo a no seguir participando en ese juego diseñado por Iván Redondo y el equipo de comunicación de la Moncloa, juego donde sólo se deja participar a los apesebrados de medios que reciben subvenciones por su entreguismo a la causa... En esas estaba cuando recibo un video enviado por un amigo que me libra de tener que optar por una de las dos opciones a la hora de analizar el Aló Presidente de ayer...
No sé cómo se les habrá quedado el cuerpo viendo los dos videos, pero les aseguro que ni yo en unos momentos de indignación y cabreo como los que estoy pasando habría superado . Ese el retrato magistral realizado por Abigail Rodríguez, licenciada en Psicopedagogía y Experta en Carácter Humano, de este narcisista egocéntrico, vengativo, amoral... que tenemos como presidente y que se pone de manifiesto en el segundo de los vídeos repasando algunos de los momentos de la historia más reciente de Sánchez. Un presidente sólo preocupado por el mismo y al que este País le importa una mierda, perdón por la expresión, un presidente incapaz de reconocer los errores cometidos y que son muchos y haber desaprovechado la ocasión para haber pedido perdón a los españoles por conducirnos, a esta situación a la vez que haber tenido el valor para tender una mano a la oposición para salir cuanto antes de esta situación, replanteándose si hiciera falta, vaya que si hace, su actual política de alianzas con lo peor de cada casa y sacando adelante unos nuevos pactos al estilo del firmado en su días por todas los partidos constitucionalistas de este País. Aquellos añorados y recordados Pactos de la Moncloa. Claro que ni Sánchez es Suarez ni el PC, ni PNV, CIU y hasta el propio PSOE eran los partidos comandados por González, Arzalluz, Carrillo, Pujol y Roca.
Una situación repito una vez más a la que él y su gobierno nos han llevado, con un gobierno que, durante los cruciales meses de enero y principios de febrero, estuvo distraído en los tres problemas “más acuciantes” de España. A saber: la lucha contra el heteropatriarcado opresor, una imposición de la hasta ahora pareja del macho alfa y jefe de la manada de Podemos, la colocación de Pablo Iglesias en el CNI y la satisfacción de los antojos a los desleales catalanes, incluido un proyecto inminente de amnistía. Esa es la verdad cruda y dura. Mientras tanto, mientras el virus se iba propagando y en España se daban los primeros casos Pedro Sánchez y el sabio Simón nos decían con rotundidad que “la sanidad española estaba perfectamente preparada” para hacer frente a la pandemia de coronavirus que se nos venía encima. Visto lo visto en estas últimas semanas está claro que este presidente ególatra y enamorado de sí mismo nos mentía.
Un presidente que en la rueda de prensa no solo no ha reconocido ninguno de los errores cometidos, ´sino que aprovecho la ocasión para alabar el papel de una sociedad civil a la que como en el caso de los sanitarios o fuerzas del orden, le importaba en enero y febrero una higa al poner a los sanitarios a los pies de los caballos o menospreciar a la policía y guardia civil tal y como acostumbra su ministro Marlaska. Y es que desde que accedió al poder, como ya he dicho, su única preocupación además de lo ya comentado, era contentar a la Montero, señora de Iglesias, con la defensa del feminismo, la formación sexual en las escuelas, los talleres de masturbación para mujeres empoderadas, y el ofrecer millones de euros a quien decía sin pudor en el Congreso que la estabilidad de España le importaba una putísima mierda, léase independentistas catalanes por no hablar de las subvenciones a los de la ceja, se acuerdan, o a los medios afines y sumisos y otros muchos chiringuitos y plataformas a los que ha venido regando con subvenciones …recursos que se tendrían que haber dedicado a comprar mascarillas, test, batas y respiradores necesarios para hacer frente a la pandemia nada más conocerse las recomendaciones en diciembre y enero que nos hicieron desde la Organización Mundial de la Salud. Si hubieran seguido esas recomendaciones hoy no estaríamos en esta situación de extrema gravedad, si hubieran atendidos esas recomendaciones hoy la mayoría de nuestros mayores estarían aun entre nosotros al haberse blindado las residencias de mayores y poniendo todos los medios necesarios. De ahí mi indignación al ver la nueva comparecencia de ayer de Sánchez. Un Sánchez que quizás cada día este más bello y más esbelto, al igual que se veía Narciso y el final que tuvo cuando Némesis, la diosa de la venganza, hizo que se enamorara de su propia imagen reflejada en una fuente. En una contemplación absorta, incapaz de separarse de su imagen, acabó arrojándose a las aguas. En el sitio donde su cuerpo había caído, creció, como nos dice la mitología griega, una hermosa flor, que hizo honor al nombre y la memoria de Narciso. En este caso ignoro en que flor convertiría Némesis a nuestro particular Narciso español, aunque me lo imagino ; pero escuchando el retrato realizado por Abigail Rodríguez, me veo más a Sánchez como el personaje centrar de la obra de Oscar Wilde, El Retrato de Dorian Grey, observando su propio retrato que tendrá escondido en la Bodeguilla de la Moncloa y viendo con pavor como a medida que pasan sus días al frente de este gobierno su bella imagen va perdiendo la lozanía y belleza que le llevo a la conquista de la Moncloa. Eso si a cambio de dejarnos a todos al pie de los caballos…
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