Curso de Filosofía: Ciencias Ocultas en el Renacimiento (I): Neoplatonismo Hermético

Un saludo queridos oyentes. Comenzamos con este capítulo una serie de varios audios dedicados a la Ciencia Natural: Por una parte trataremos las ciencias ocultas (neoplatonismo hermético, magia natural, cabalistas, teosofía y naturalismo animista) y por otra la ciencia física (experimentalismo, física atomista y física matemática). Esta difusión ocultista típicamente renacentista en parte se debe a que muchas ramas de la ciencia aún estaban en ciernes y puede considerarse como un primer tanteo; pero solo en parte, porque sin duda ciertos personajes acumulaban libros misteriosos y esotéricos con un afán maligno, llegando a convertirse en investigadores del infierno, seres inmorales y aun contra naturaleza como en el caso de Bruno.


INTRODUCCIÓN GENERAL. En la Edad Media las Artes y Ciencia Natural estaban referenciadas a las autoridades reconocidas y veneradas, que se leían, releían, copiaban y transmitían. En el Renacimiento la explosión de copias impresas debido a la imprenta de tipos móviles hace que obras de todo tipo circulasen en Europa. Además ahora tratan de descubrir nuevos fenómenos por experimentación, pero también se adentran algunos espíritus inquietos en las ciencias ocultas: hermetismo, cábala, astrología, magia, quiromancia, etc.

NEOPLATONISMO HERMÉTICO. Si Nicolás de Cusa fue fiel a la tradición racional y filosófica neoplatónica, otros adhieron elementos pseudocientíficos a su sistema.

1. MARSILIO FICINO. Humanista y Médico italiano que imprimió importantes obras herméticas: El Poimandrés, obras mágicas de Jámblico, etc
2. JUAN PICO DE LA MIRÁNDOLA. Discípulo de Ficino, fue un políglota y humanista inquieto. Combinó elementos neoplatónicos, cristianos, herméticos y cabalísticos. A través del Hermetismo se difundía la idea de una revelación perenne tan antigua como la humanidad de la que proviene el conocimiento filosófico y la ley de Moisés, siendo Cristo la cumbre.
3. GIORDANO BRUNO. Es el más celebrado de los filósofos herméticos. Hizo suyo el esquema neoplatónico y puso el alma del mundo como motor actualizador del cosmos. Su pensamiento tiende al panteísmo y no hace una clara distinción entre Dios y el Mundo. Estuvo muy influido por la hipótesis astronómica de Copérnico, concibiendo una multitud de sistemas solares en un espacio infinito. Fue un hombre maligno e insano, tal y como descubrió su último mecenas Juan Mocenigo. Además de sus extrañas teorías, tenía tratados de magia, con un detalle tal que sin duda indica que era un mago. Le atraían los niños tal y cómo él mismo confesó en uno de esos distópicos tratados de magia. Fue un ser despreciable y lo único que aportó fue un sistema teológico cercano al de Spinoza.
4. MIGUEL SERVET. Nació en Navarra, estudió en Zaragoza y medicina en Toulouse. Conoció a Calvino con quien tuvo amistad, pero con el tiempo tuvieron un fuerte enfrentamiento epistolar. Calvino lo denunció y fue encarcelado; de la cárcel escapó, pero no se sabe cómo fue a parar a Ginebra, donde vivía su feroz enemigo, quien lo reconoció y fue ejecutado en la hoguera. Servet descubrió la circulación pulmonar de la sangre. Inventó un cristianismo de tipo sabeliano impregnado de hermetismo. No hay por qué admirar a este "pensador" que más bien fue un ocultista y charlatán que consideró a Hermes Trismegisto como el más antiguo profeta de la humanidad.

Continúa aquí con la segunda parte de la serie: Ciencias Ocultas en el Renacimiento (II): Cornelio Agrippa y Paracelso. https://go.ivoox.com/rf/24788608