Nombre: Joan Vila Dilmé
Sobrenombre: El celador de Olot, El Asesino del Geriatrico de Olot
Fecha de nacimiento: 1965
Lugar de los asesinatos: Olot (Girona)
Pais: España
Fecha de los asesinatos: 2009-2010
No. de Victimas: 11-+30 asesinatos
Tipo de victimas: Hombres y Mujeres Ancianos (pacientes)
Tipo de Asesino: Doctor Muerte, Angeles de la muerte, Envenenador
Modus Operandi: Celador de un hospital geriatrico, asesino a sus víctimas con una sobredosis de insulina, con una mezcla de psicofármacos o obligandolos a ingerir lejia.
Captura y condena: Arrestado el 18 de octubre de 2010.
Informe final: Actualmente espera juicio en la unidad psiquiátrica de la cárcel de Brians, en Barcelona.
Un individuo que lo mismo dice que actuó movido por la pena que afirma sentirse Dios ejecutando a sus víctimas. Un ángel de la muerte que comenzó a eliminar a las ancianas con un cóctel letal de pastillas machacadas, hasta que un buen día lo sustituyó por jeringuillas con lejía y líquido desincrustante.
Vivía en Castellflorit de la Roca, un pueblo de Girona, en la misma localidad que sus padres Encarnación y Ramón. Eran una familia modesta que trabajaron en una fábrica de la misma población hasta que se cerró.
Joan había tenido muchos problemas a lo largo de su vida, debido a que tenía poca autoestima, problemas de identidad sexual, sufría crisis de pánico, era influenciable, se obsesionaba por las cosas, no había tenido nunca ninguna relación sentimental, era inestable laboralmente, comía de manera compulsiva, había tenido varios fracasos en su vida, le preocupaba mucho lo que los demás pudieran pensar de él y le obsesionaba el hecho que la gente viera que le temblaban y le sudaban las manos, según afirman varios psiquiatras y psicólogos a los que acudió.
Él había tenido varios trabajos, pero no fue hasta en 2005, que entró en contacto por primera vez con ancianos, cuando empezó a trabajar en el geriátrico El Mirador de Banyoles, Al cabo de 8 meses aproximadamente lo dejó para irse a trabajar en otra residencia.
En 2009, empezó a sentirse irritado, discutiendo en alguna ocasión con alguno de sus compañeros de trabajo, en esta fecha, según confesó ante el juez, ya había asesinado a Rosa Babures y a Francisca Matilde.
Vila, utilizó un cóctel de barbitúricos, para matar a seis de sus víctimas, e inyecciones de insulina, en dos. Aunque según el informe forense de los ocho casos sospechosos, en cuatro hay indicios de que murieron intoxicados con algún producto abrasivo, pero para saber exactamente de que fallecieron aun tendremos que esperar…
También obligo a tres ancianas inmovilizadas, a ingerir sin su consentimiento productos cáusticos.
Hace poco confesó que en 2009, había ayudado a morir a Francisca Matilde Fiol, de 88 años, administrándole insulina, la hija de esta, contó a los mossos, que el día que su madre falleció vio como le salía un líquido transparente maloliente de la boca.
Lo que desenmascaró a este presunto asesino, fue la muerte de Paquita Gironès, de 85 años, ya que el pasado 17 de octubre, esta fue derivada al hospital Sant Jaume, debido a que los médicos del centro, vieron que la mujer tenía varias quemaduras en las vías respiratorias, en el esófago y la boca. Cabe mencionar que Joan en todo momento no quería que la derivaran al hospital.
Cuando el celador terminó su turno, fue directo al hospital para ver cómo estaba dicha víctima, a las pocas horas, después de una terrible agonía, esta falleció.
Los médicos alarmaron que la muerte de la víctima no era natura, los Mossos al ver que la mujer estaba imposibilitada, descartaron el suicidio, así que tenia que ser alguien de la residencia que la había matado.
Al día siguiente los Mossos d’Esquadra interrogaron a todos los trabajadores de la residencia, e observaron las grabaciones de las 28 cámaras de seguridad.
En una de las cámaras vieron cómo el celador entraba en el cuarto de la limpieza a las 20.43 y cerraba la puerta mirando hacia todos sitios, al cabo de un minuto aproximadamente salía e iba a la habitación donde dormía Paquita Gironès. Cinco minutos después salía de la habitación y al cabo de 10 minutos una auxiliar de geriatría descubría la víctima agonizando.
Todo apuntaba a que había sido Vila, al cabo de un rato, acosado por los agentes, Joan se derrumbó y confesó que había obligado a la anciana a ingerir GM6, un desincrustante ácido mediante una jeringa, provocando la destrucción tisular mediante la deshidratación de los tejidos y la abrasión de los músculos.
Al dia siguiente la sobrina de Sabina Masllorens, se puso en contacto con los Mossos, para informarles que su tía, quien también había estado en esa residencia, en el momento de fallecer, tenía unas extrañas marcas moradas en la cara.
Los mossos preguntaron a Vila por la muerte de Masllorens. El celador confesó en ese momento que también la había matado.
Horas más tarde, ante el juez, confesó el asesinato de Montserrat Guillamet. La mató cuatro días después de haber acabado con Masllorens y un día antes del asesinato de Gironès .
Antes de fallecer en el hospital de Olot, Guillamet intentó quitarse varias veces la mascarilla de oxígeno, pero sus hijos se lo impidieron. Hoy se preguntan si aquel acto desesperado de la mujer minutos antes de morir era para explicarle que Vila le había obligado a beber lejía.
El abogado del celador, ha pedido al juez que los peritos psiquiátricos examinen a su cliente, mientras tanto el grupo de Homicidios de la Unidad Territorial de Investigación sigue investigando el caso.
Durante el tiempo en que Vila trabajó en el geriátrico fallecieron 59 personas. Casi la mitad, con él de guardia. Una treintena de muertos sobre los que ahora se cierne la oscura sombra del ángel negro de Olot.
Fuente: El pais.com
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Un libro se adentra en la mente del celador de Olot condenado por 11 crímenes El escritor Matías Crowder publica en primavera "La fiesta del luto", en el que relata la "fascinación por la muerte" de Joan Vila y su mundo oscuro Joan Vila es detenido en octubre del 2010 en la Caritat de Olot, donde hacía de celador y mató a 11 internos. diario de girona Noticias relacionadas ENTREVISTA «Escribir sobre Joan Vila es como entrar en lo más oscuro del infierno» OLOT | E.BATLLE Hace sólo unos días, el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña ha confirmado los 127 años y medio de cárcel para Joan Vila, que asesinó a 11 internos del geriátrico La Caritat de Olot entre los años 2009 y 2010. El celador de Olot es conocido como el asesino en serie más prolífico del siglo y el escritor y colaborador del Diario de Mallorca Matías Crowder ha querido conocer qué hay en la mente de este hombre capaz de acabar con la vida de once personas con las que trabajaba a diario. El libro, que se titula La fiesta del luto, es de no ficción, y ha sido elaborado a través de un trabajo exhaustivo del escritor y periodista argentino, que reside en la ciudad de Girona desde hace años. Para poder explicar qué pasaba por la cabeza a Joan Vila antes y después de los asesinatos, Crowder se ha basado principalmente en las entrevistas que los psiquiatras hicieron durante horas y días al asesino de Olot. Pero también se ha entrevistado con personas que formaron parte del caso como testigos pero aún así, el escritor reconoce la dificultad para acceder a la gente con la que había chocado Villa a lo largo de la vida porque, según dice, la historia del celador de Olot y los asesinatos de la Caridad son un tema que la gente quiere olvidar y no quiere hablar. Con todo, el periodista también se coló sin que nadie supiera quién era durante un domingo en el geriátrico de Olot para ver qué era un centro de la tercera edad y el mundo que había rodeado Joan Vila. También ha visitado y hablado con gente de su pueblo natal, Castellfollit de la Roca, donde vieron crecer Joan Vila. Y también se ha acercado hasta la prisión varias veces pero Villa no ha querido que se le entrevistara, porque según le aseguraron quiere pasar página y sólo fue visitado por la familia. Las diferentes etapas vitales de Vila son las que estructuran el libro. El escritor hace una radiografía de su infancia, la juventud y el tiempo que es trabajador de la Caridad. Dibuja un personaje que ha tenido un pasado "oscuro, triste y depresivo" y que se ha sentido toda su vida como si fuera un paria, sobre todo marcado por ser "una mujer en un cuerpo de hombre". El que para poder superar todo esto, se crea un mundo paralelo en el que llega un día que a través de la muerte alcanza una sensación de superioridad y se empieza a sentir un Dios. Con todo, el escritor recuerda pero que la fascinación por la muerte es algo que ya de pequeño topa con Villa y que marcará toda la vida. El libro verá la luz en primavera a través de una colección de crónica negra de la editorial Pul-so y que inicialmente se distribuirá a través de periódicos españoles. Escribir sobre este caso fue decisión del mismo escritor, que quería conseguir sacar a la luz cosas nuevas sobre el caso que no sólo sacudió la Garrotxa sino todo el país, y lo consigue.
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