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Comentarios
acabo de descubrir tu podcast! muy bueno! muchas gracias!!
¡Muchisimas gracias por todo! ¡bendiciones y éxito en todo aquello que emprenda!
le envío grandes felicitaciones por su gran trabajo de divulgación histórica, ojalá cumpla ese cometido de acercar el conocimiento científico a gente no especializada, un abrazote afectuoso
Yo también repito, es muy bueno!
Repito y repito jjjj
Enrique, tú no nos debes nada. Te lo debemos nosotros a ti. Mil gracias!!!! Qué gozada haberte escuchado (y seguir haciéndolo). Gracias, gracias!!!!
No me canso de escuchar este podcast!!
Hola a todos. Muchas gracias por vuestros mensajes y la preocupación de muchos. Antes que nada, espero que estéis bien y que no os haya afectado la situación en la que llevamos tanto tiempo. Para aquellos de vosotros que hayáis sufrido pérdidas en vuestra familia o entorno, mi más cálido abrazo. Ahora viene dejaros tranquilos respecto a mí. Estoy y he estado bien. El virus no ha afectado ni a mi familia ni a mí y, eso sí, en los primeros días, hace más de un año, se llevó a un amigo. Finalmente, mi imperdonable ausencia que quiero explicaros lo más conciso que sepa. Veréis, la tarea del podcast me estaba consumiendo en tiempo y visto en retrospectiva, también en energía: no leía más que para alimentar la temática que trataba, cada día sentía mayor responsabilidad por el número de escuchantes y (al hacerlo solo) se estaba convirtiendo en algo obsesivo. Cuando arrancó la pandemia tenía bastante adelantada la siguiente entrega, pero me daba cuenta de que mientras más estudiaba, más incompleto veía mi trabajo. Tanto que llegué a pensar si no rehacerlo de nuevo desde el primer capítulo, porque, si lo escribiera de nuevo, lo retomaría de otra manera. ¡Vamos! Un cóctel entre la moraleja de la rana que está en agua hirviendo sin darse cuenta y el síndrome de la lavadora (¿a ninguno os pasa que hay días que te quedas mirando la lavadora dando vueltas y cuando quieres darte cuenta llevas cinco minutos atontao?). El aislamiento no me resultó duro en lo personal, pero me afectó (claro, como a todos, qué tontería he dicho). De un día para otro rompí todos mis hábitos y, por buscarle lo positivo, me recluí del todo para reflexionar y esas cosas... Abandoné redes sociales “absolutamente” y eliminé alguna cuenta de correo que usaba para temas tangenciales. Tanto que no pude eliminar mi perfil de alguna porque el correo asociado ya no existe e incluso no me acuerdo de las claves. También, por cierto, durante este tiempo he superado un problemilla de salud que venía arrastrando hacía tiempo. El trabajo mal y con pocas perspectivas, así que me centré primero en la lectura diversa y finalmente me refugié en la escritura (me gusta escribir), esta vez de ficción. Insisto, desde la más absoluta reclusión. No me creo capaz de continuar con el podcast, lo siento. Lo he intentado varias veces pero sé que no puedo. Alguna vez me he visto tentado de hacer una entrada de despedida, pero me parecía fatuo por mi parte, así que en su lugar os dejo este mensaje quilométrico. Si alguno queréis seguir en contacto conmigo, estaré encantado a través de la dirección: Galindo7021/arroba/Gmail/punto/com Perdonad que lo escriba así de críptico, pero no quiero que me enganche un rastreador automático de direcciones y empiece a mandarme prescripciones cariñosas de implantes capilares, sucedáneos de viagra y alargamientos de pene. De nuevo, muchísimas gracias por vuestros cariñosos mensajes. Un fuerte abrazo. Enrique
De verdad espero que esté bien. Vuelva, por favor!
Vuelve!!!