En el episodio de hoy quiero comenzar con un título gamberro para mí, claro, quiero hablarte de la gran confusión que todavía hoy en día me encuentro cuando leo o escucho hablar de productividad o gestión del tiempo.
Para empezar, ¿qué es para ti la productividad o sentirte productivo o productiva?
Si te soy sincera, hace unos cuantos años que quise cambiar el paradigma de la productividad y el tiempo. Ahí nació mi primer libro, Productividad Personal Consciente.
La productividad es simplemente un puente entre el mundo de las infinitas posibilidades en el que se crean los resultados que finalmente se manifiestan en la materia.
Me explico, todo lo que ves como resultado fuera de ti, previamente ha sido pensado. De hecho la primera Ley Universal es la Ley del mentalismo. Todo es mente.
Pero anota esto: no atraemos por pensamiento, sino por resonancia. Es tu estado, tu sentimiento lo que actúa como imán para conseguir lo que queremos en nuestra vida.
Otra pregunta que te invito a considerar, aunque no hoy no profundizaré sobre ella, es, ¿quién pone los objetivos en tu vida? ¿Tu ego o yo inferior o tu alma, tu yo superior? Cuidado porque tu yo inferior compra con rapidez con lo que otros le cuentan.
Vuelvo a la productividad y el tiempo. Es habitual centrarse en tratar de cambiar las cosas que suceden fuera cuando, en realidad, para ser más productivo lo que tienes que cambiar es tu mentalidad.”
Por eso aplicar métodos y herramientas que solo actúan en la parte material no dan resultado en el medio plazo. Tal vez a corto plazo.
Por lo tanto, tu productividad y tus resultados no dependen de las horas que estás trabajando o esforzándote, dependen de la calidad de tu estado y tu atención.
Por eso es esencial considerar el descanso. Incluso sistematizar el descanso. Hoy se sabe que grandes escritores, científicos o artistas… tenían claro que descansar era fuente de inspiración y creatividad.
Y el tiempo, ¿qué es el tiempo? Tengo que confesarte que a mí desde pequeña me fascinaba el tiempo.
Siempre he querido jugar con él. Me parecía tan relativo, tenía experiencias tan distintas con él.
Recuerdo estar entrenando gimnasia rítmica y mirar el reloj. A veces, queda un minuto. Eran las ocho y cincuentanueve minutos. No podía ya más. Y continuaba la serie de zancadas. Solo queda un minuto me decía. Cuando llegue al otro extremo ya acaba. Y no, miraba el reloj y seguía marcando la misma hora. No puede ser me decía.
Sin embargo, había días que ni siquiera me daba cuenta del tiempo que había estado entrando. ¿Qué pasaba? me preguntaba. Ahora lo sé. Mi estado.
En uno de los momentos mi mente estaba poniendo foco en el futuro, en el momento de llegar a casa ya. En otro momento, mi mente estaba presente y totalmente conectada con mi cuerpo. Aquí y ahora.
Y ese es el único tiempo real, el aquí y ahora. Sin embargo, nos dicen que tenemos que tener objetivos, que tenemos que hacer y hacer para tener.
En cierta forma es así. Pero no se dice algo que es clave en ecuación: sé feliz ahora, disfruta ahora, agradece el ahora, conecta tu cuerpo y tu mente con este instante. No hay otro.
No esperes a hacer, tener, lograr algo para sentir que así serás feliz. No, la vida no funciona así.
Sé, conecta con tu esencia ahora. Siente que estás en comunión con absolutamente todo lo que rodea, eres la célula de un gran sistema. Eres parte del todo y el todo está en ti. Sientelo: calma, respira, siente la vida aquí y ahora en este instante. Ya eres. Descansa. No tienes que luchar o conseguir para Ser.
Comentarios
Hola Beatriz. Enhorabuena por tus podcasts. Gracias por compartir estas pequeñas cápsulas de sabiduría condensadas en unos minutos ;-) Hace mucho tiempo estaba obsesionado por la productividad y probé muchas metodologías (GTD, ZTD, STD, etc.) y un sinfín de herramientas desde la pluma y el papel hasta el software más sofisticado. Con la experiencia me he dado cuenta de que todo eso es accesorio, lo realmente importante es centrarte en hacer aquéllo que te llena, que se te da bien y que realmente aporta valor a los demás. Un saludo