Vigésima sexta letra del alfabeto. Se la llama «i griega» o, raramente, «ye». Letra griega correspondiente, ípsilon (U, u). En final de palabra o, en palabras extranjeras, en final de sílaba, suena como «i». En otro caso, es una consonante palatal africada sonora y se articula de manera semejante a la «ch», pero con más amplio contacto entre la lengua y el paladar y la punta de aquélla aplicada naturalmente a los dientes inferiores, aunque esto no es necesario. En algunas regiones españolas, especialmente en Andalucía, zonas de Toledo y en algunas hispanoamericanas, tiene sonido semejante al de la «j» francesa y antigua castellana; esto da lugar en Hispanoamérica a una discriminación de sonidos en palabras que, escritas en español unas veces con «y» y otras con «hie», se pronuncian siempre igual; por ejemplo, mientras «hierba» se pronuncia a la española, «yerba» (la hierba mate), escrita así, con «y», se pronuncia con esta letra al estilo de la «j» francesa.
• FON. En castellano antiguo, la z correspondía a una africada sonora. En el s. XVI se convirtió en interdental fricativa sorda. Para su articulación, la punta de la lengua se sitúa entre los incisivos, sin que se produzca vibración de las cuerdas vocales.
Fuente: DiccionariosDigitales.net
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