El 8 de abril de 1943, en Los Ángeles, California, murió uno de los personajes más polémicos de la Revolución mexicana: Tomás Garrido Canabal, quien formó parte de las filas constitucionalistas y, al paso de unos años, llegó a ser gobernador de Tabasco, su estado natal.
Tomás Garrido Canabal nació en Catazajá, Chiapas el 20 de septiembre de 1890; fungió como político, militar y revolucionario. Fue gobernador de Tabasco en tres ocasiones en periodos interrumpidos entre 1919 y 1934. También, ocupó el cargo de gobernador interino de Yucatán durante un mes y trece días. Dentro del gabinete presidencial, fue secretario de Agricultura y Ganadería en el gobierno del Gral. Lázaro Cárdenas del Río, pero se vio obligado a renunciar por cuestiones políticas hostiles.
Beneficios que instituyó en Tabasco
Como gobernador de su estado, impulsó el desarrollo social por medio de políticas agropecuarias y sociales:
? Mejoramiento de la calidad y variedad de cultivos.
? Razas de doble propósito en la ganadería.
? El voto a la mujer.
? La educación pública al alcance de todos, con fines de superación personal y social.
? Obligó ley seca para acabar con el alcoholismo.
Su objetivo siempre fue convertir el estado de Tabasco en el "El laboratorio de la Revolución".
Métodos de su política
“El hombre del sureste” o “el sagitario rojo”, como se le apodó a Tomás Garrido; si bien estableció reformas dirigidas al mejoramiento de las condiciones de vida de la sociedad, fue más conocido por haber dirigido una política autoritaria.
Para ello llevó a cabo campañas antirreligiosas y antialcohólicas muy radicales. Apoyó la persecución, promovida por el presidente Plutarco Elías Calles, y la represión contra los cristeros, porque se oponían al endurecimiento de las leyes anticlericales. Fundó varias organizaciones de tinte socialista, principalmente los llamados “Camisas Rojas un grupo paramilitar muy violento, conformado por jóvenes de entre 15 y 30 años. Erradicar las creencias religiosas se volvió una verdadera obsesión para Garrido.
? Se prohibió el uso de cruces sobre las tumbas.
? Las fiestas religiosas, como la semana santa, fueron sustituidas por ferias regionales, donde se mostraba lo que producía cada municipio del estado.
? Se cambió la designación de todas las rancherías, pueblos, villas y ciudades que llevaran nombres religiosos y se les puso el nombre de héroes, maestros, libertadores regionales, artistas o sabios.
? Se prohibieron todos los escritos que hicieran alguna referencia a Dios.
? Expropió y derribó iglesias, obligó a los sacerdotes a contraer matrimonio y prohibió el uso de símbolos religiosos.
El objetivo, según el mismo Garrido, era "buscar la libertad de las personas". Puede decirse que el culto religioso "desapareció" de Tabasco durante la época garridista.
Un diario de la época publicó en primera plana lo siguiente:
Diario Redención 9 de enero de 1932.
Ecos de la campaña des fanatizadora:
“En Cunduacán (municipio de Tabasco) hasta los ancianos entregan fetiches religiosos para ser incinerados. Vecinos en gran número se presentaron al Centro anticlerical de esta población a efecto de hacer entrega de cuantiosos fetiches del culto católico, los cuales desde hace mucho tiempo han perdido todo el riesgo de prestigio que aún les quedaba y que hoy ya nadie reconoce porque ha caducado definitivamente el imperio de la sombra. Muy significativa resulta la circunstancia de que hasta las personas de edad muy avanzada a las que se tiene como más aferradas a la religión entreguen los santos que antaño adoraron, notándose que lo hacen con la misma espontaneidad y entusiasmo que todos los ciudadanos”.
Su campaña antialcohólica
Otro de los propósitos de Garrido fue eliminar los vicios, especialmente el alcoholismo, muy arraigado en Tabasco. Para tal fin, se organizaron brigadas en los municipios y comunidades. Garrido ordenó quitar las puertas de las cantinas y cambiar el mobiliario interior, para hacerlo lo más incómodo posible, sin embargo, esto no dio resultado, así que recurrió a medidas más severas: al cierre de los establecimientos expendedores, a la cancelación de los permisos de producción y a la sanción penal para los que no obedecieran la ley.
Tomás Garrido, también persiguió y aplicó fuertes sanciones a ladrones, abigeos (ladrones de ganado) y violadores, los cuales frecuentemente eran ahorcados en grandes ceibas, sin juicio previo, lo que propició que bajaran considerablemente los índices delictivos en el estado.
Fin del Garridismo
En 1934 los Camisas Rojas, grupo del que era fundador, dispararon contra católicos reunidos en la Plaza Coyoacán, ubicada en la ciudad de México, en este hecho mataron a María de la Luz Camacho, joven de 27 años, catequista y miembro de la Asociación Católica; esto generó gran indignación entre los asistentes al culto y se fueron en contra de un joven camisa roja, ultimándolo en dicha plaza.
Posterior a este suceso, la presión política fue tal que lo enviaron en misión presidencial a Centroamérica y República Dominicana, estableciéndose en Costa Rica desde 1935 a 1941. Un año más tarde, volvió a México con una enfermedad diagnosticada en Costa Rica (cáncer en los huesos) y corroborada en un hospital de los Ángeles, California, donde murió el 8 de abril de 1943. Era el fin del “garridismo”.
El periodista tabasqueño Manuel González Calzada describió a Tomás Garrido así:
“Alto, fuerte, erguido, de pasos firmes, de mirada perspicaz y penetrante, producto de unos ojos verdes de vivacidad reveladora de un grande y recio carácter; inconmovible, por lo general en sus decisiones, leal en el compromiso, macho en la paz y en la guerra; jugador decidido a la política, independiente en sus dominios, desde donde jamás, reconoció sino a un sólo jefe. Combatiente tenaz contra la adversidad propia, fiel a la amistad hondamente fincada; así era Tomás Garrido Canabal. Frío en la represión, constante en el rencor y el odio, tozudo en sus decisiones negativas; incrédulo ante la amenaza del desprestigio, violento en el castigo y la venganza, igual que su medio y su época; desconfiado ante la luz ajena, egocentrista, absoluto, desdeñoso de la cultura en su más amplio sentido; escaso en su información sociológica, audaz en sus pretensiones de creador; de ideas explosivas altanero en su papel de jefe; así era Tomás Garrido Canabal.”
Se consultaron y tomaron algunos textos de:
http://eccechristianus.wordpress.com/2011/02/09/el-pecado-de-tabasco-tomas-garrido-canabal/
https://es.wikipedia.org/wiki/Tom%C3%A1s_Garrido_Canabal
Se insertaron fragmentos de la radionovela, “La Tierra sin Dios”, realizada por Radio Educación y Radio Tabasco.
Créditos del audio
Guion: área creativa del CECOM, (Centro de Comunicación)
Dramatización: Jesse Conde, Ana Ofelia Murguía, Carlota Villagrán, Abelardo Romellón, Rene Rosique, Walter Bulnes.
Locución: Carmen Inés Delgado S. y Juan Manuel Guzmán.
Corrección de estilo: Aurora Palafox León, Xchel A. Perez Palafox.
Apoyo técnico y logística en redes: Jairo León P. Palafox
Realización: Juan Manuel Pérez Guzmán, para RADIO UJAT 107.3 F. M.de la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco.
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