Desde la persecuciones de religiones y creencias hasta la tortura y ejecución de brujas, este programa hace una crónica de las atrocidades que se han perpetrado en nombre de la fe.
Cuando en siglo XII, con la intención de evitar los abusos del poder civil en asuntos sagrados, los obispos de la Iglesia Católica recibieron la potestad de perseguir, juzgar y condenar a los herejes, se desató una tempestad de intolerancia, miedo, tortura y muerte que dejaría a Europa (y a la América conquistada) inmersa entre tinieblas durante casi 500 años. ‘La Inquisición’ recopila las atrocidades cometidas por diversas instituciones dedicadas a combatir la herejía, como la Inquisición, mientras perseguían a los misteriosos cátaros, a los caballeros templarios, a brujas, místicos, sanadores e incluso animales, en nombre de la fe.
Mediante cuidadas y terroríficas recreaciones y testimonios de expertos e historiadores, ‘La Inquisición’ trata de arrojar luz sobre este oscuro y sangriento capítulo de la historia. Gracias a esta serie, compuesta por cuatro capítulos de una hora de duración, podremos asistir a la quema de mártires y otros inocentes, víctimas de fanáticos religiosos capaces de perpetrar las acciones más atroces en nombre de la fe.
El primer episodio se centrará en la persecución de los templarios y los cátaros, declarados culpables de herejía por la Inquisición Papal, en manos de las órdenes mendicantes, con los dominicos a la cabeza. En la segunda entrega, la serie se encargará de la Inquisición Española, que dependía de la monarquía y acabó extendiéndose por todos sus territorios, incluidos los de ultramar, con el inquisidor general Tomás de Torquemada como líder. El tercer episodio nos mostrará la persecución de los herejes a cargo de la británica dinastía de los Tudor que, debido a los cambios en sus creencias, persiguieron a protestantes y católicos de manera intermitente. Finalmente, la cuarta entrega se centrará en la caza de brujas, común a todas las instituciones, que podría convertir a cualquier inocente en víctima de las más terribles torturas, antes de ser quemado vivo en la hoguera.
Comentarios
La iglesia católica mucho menos, amigo Anónimo.
Los templarios y los cátaros no eran santos precisamente.