LIBRA, LA BALANZA
El signo Libra, en forma muy paradójica, es peculiarmente interesante, precisamente porque su mayor interés estriba en que carece de espectacularidad -excepto en el caso de los discípulos, o de quienes se están acercando al sendero. Es el signo de la estabilización, de la cuidadosa apreciación de los valores y de la obtención del correcto equilibrio entre los pares de opuestos. Podría ser considerado como el signo en que aparece la primera visión real del Sendero y la meta hacia la cual el discípulo debe dirigir finalmente sus pasos, el estrecho sendero del filo de la navaja que corre entre los pares de opuestos, en el cual -para recorrerlo sin peligro- es necesario desarrollar el sentido de los valores y el poder para utilizar con acierto la facultad analítica equilibradora de la mente. Es también el signo de la percepción intuitiva que, en el sendero común de progresión alrededor del zodíaco, viene después de la normalmente drástica experiencia del hombre en Escorpio, y es, por lo general, de tal naturaleza, que el instinto de autoconservación se ha despertado en gran medida, y ante la apremiante necesidad del hombre (no el discípulo en este caso), surge un llamado al alma y evoca respuesta. Entonces son vagamente sentidos y reconocidas los primeros tenues destellos de la intuición. Entonces sigue la experiencia en Libra, donde dedica una vida a la reflexión silenciosa ~ concienzuda, o se halla en una condición de insensibilidad estática; puede ser una vida de estabilización, de sopesar esto o aquello y de determinar a qué lado se inclinarán los platillos, a fin de que en el próximo signo se produzcan ciertos resultados ya designados. La siguiente vida en Virgo, vivida bajo la influencia del aspecto material de Virgo, la Madre, puede ser de naturaleza materialista o personal, o evidenciar un lento surgimiento de la vibración del alma, indicando esa vida oculta espiritual de la cual la Virgen Madre constituye el custodio preordenado. A medida que se efectúa periódica y cíclicamente el progreso alrededor de la rueda de la vida, estas experiencias y actividades vibratorias se intensifican, hasta que llega el momento de la reversión de la rueda. Entonces Libra conduce hacia Escorpio, y la vida activa del alma (activa por medio de la naturaleza de la personalidad y no simplemente en su propio plano) es registrada y observada en Virgo y equilibrada y valorizada en Libra, produciendo oportunamente las pruebas y experiencias entre el alma y la personalidad, la cual lucha poderosamente con determinación para conservar el estado de expresión equilibrada entre ambas, allí donde no es posible que prepondere la influencia de la personalidad.
Puede hablarse también de Libra en términos del proceso de meditación, tal como se enseña en Oriente y Occidente. Por lo tanto puede ser considerado como el “intervalo entre dos actividades”, descripción dada a la etapa de la meditación denominada contemplación. En las cinco etapas de meditación (como se la enseña generalmente) tenemos: concentración, meditación, contemplación, iluminación e inspiración.
Estas cinco etapas van paralelas con los cinco signos estrictamente humanos del zodíaco:
1. Leo. - Concentración. - La vida del alma enfocada en la forma. Individualización. Autoconciencia. El hombre medio no evolucionado. Experiencia humana.
2. Virgo. - Meditación. - La vida del alma como la siente el hombre. El período de gestación. La etapa del Cristo oculto. El hombre inteligente. La personalidad ocultando la vida crística.
3. Libra. - Contemplación. - La vida del alma y la forma están equilibradas. Ninguna predomina. Equilibrio. El intervalo donde el alma se organiza para luchar, y la personalidad espera. Éste es el Sendero de Probación. La dualidad es conocida.
4. Escorpio. Iluminación. - El triunfo del alma. La culminación de la experiencia en Tauro. La disipación del espejismo astral. Afluye la luz del alma. El Sendero del Discipulado. El discípulo.
5. Sagitario. - Inspiración. - La preparación para la iniciación. El alma inspira la vida de la personalidad. El alma se expresa por medio de la personalidad. El Iniciado.
Quisiera recordarles que aunque la iniciación se recibe en Capricornio, el hombre es un iniciado antes de ser iniciado. Éste es el verdadero secreto de la iniciación. Tenemos, por lo tanto, la actividad que hace que la personalidad se acreciente y desarrolle, al mismo tiempo que vela y oculta al oculto hombre en el corazón, el Cristo en cada forma humana. Entonces tiene lugar el intervalo en que se alcanza el punto de equilibrio entre ambos, donde ninguno domina. Los platillos de la balanza oscilan hacia atrás y adelante, en cualquier dirección o -como a veces se dice- el hombre también oscila entre los pares de opuestos. De allí la importancia de este signo en la expresión de la vida del hombre y también su Peculiar dificultad, proporcionando la curiosa experiencia oscilante que llega a ser, primero, acentuadamente anonadante para el hombre que trata de ser totalmente humano, pero que se da cuenta que en sí mismo halla impedimentos y anhelos que lo impulsan hacia algo que es más elevado que lo humano y, segundo, para el aspirante o discípulo. Su interés y su objetivo se enfocan en la vida del alma; pero halla en sí mismo lo que siempre trata de llevarlo a las antiguas modalidades, hábitos y deseos.
A este signo a veces se lo denomina “el lugar del juicio”, porque allí se decide y se da el paso irrevocable que separa las “ovejas de las cabras”, o esas constelaciones regidas por Aries (el Carnero o Cordero) y por Capricornio (la Cabra). En realidad señala la diferenciación que existe entre la rueda común de la vida y la revertida. Antes de que Leo-Virgo fuera dividido en dos signos, Libra se hallaba literalmente a mitad de camino.
La situación era la siguiente:
Aries Tauro Géminis Cáncer Leo-Virgo
LIBRA
Escorpio Sagitario Capricornio Acuario Piscis
y en esta ronda del zodíaco (en lo que concierne a la humanidad) está descrita toda la historia de la raza. Involucra los comienzos mentales en Aries (la voluntad de manifestarse) y la iniciativa de la exteriorización de la vida; en Tauro dirige su deseo, trayendo la manifestación; entonces en Géminis emerge su conciencia dual o comprensión del cuerpo-alma; en Cáncer avanza el proceso de la encarnación física, seguido por el desenvolvimiento dual del cuerpo-alma o conciencia objetiva y subjetiva, y en Leo-Virgo aparece el hombre-Dios. Luego viene Libra, donde se alcanza, oportunamente, el punto de equilibrio entre el hombre espiritual y el personal, preparando la etapa para el quíntuple proceso final, que en realidad es la analogía subjetiva de la exteriorización en el Sendero de Ida, que se lleva a cabo en el Sendero de Vuelta, o sendero de Retorno. Después tiene lugar la reversión de la rueda y el comienzo de la nueva orientación o discipulado en Escorpio, la vida dirigida y controlada del discípulo en Sagitario, la iniciación en Capricornio, seguida por el servicio en Acuario y por el trabajo del Salvador del mundo en Piscis. Y la liberación final.
En este período mundial el signo de la Esfinge se divide en dos (el León y la Virgen, el alma y la forma), porque el estado de evolución humana y la comprensión consciente es una dualidad reconocida; sólo en el denominado “juicio final” se producirá otra fusión y Virgo-Libra formarán un sólo signo, porque entonces habrá finalizado el sentido del dualismo antagónico del hombre, y los platillos de la balanza se habrán inclinado finalmente a favor de lo que la Virgen-Madre ha ocultado para que no se exprese durante eones.
El juicio final, en lo que concierne a este ciclo planetario, tendrá lugar en el próximo gran ciclo mundial; para entonces dos tercios de la raza humana habrá desarrollado el principio crístico, en una de las varias etapas de desenvolvimiento, o en una de las finales del Sendero de Evolución; serán discípulos probacionistas o aceptados, o bien estarán en el Sendero de Iniciación. Eventualmente, en forma misteriosa, nuevamente habrá sólo diez signos en el zodíaco; Aries y Piscis formarán un sólo signo, porque “el fin es como el principio”. A este signo dual fusionado se lo denomina en algunos libros antiguos “el signo del Pez con cabeza de Carnero”.
Entonces tendremos:
1. Aries-Piscis. 6. Virgo-Libra.
2. Tauro. 7. Escorpio.
3. Géminis. 8. Sagitario.
4. Cáncer. 9. Capricornio.
5. Leo. 10. Acuario.
Entonces el fuego y el agua se fusionarán, velando el pasado en vez del futuro, como sucede ahora. La tierra y el aire se fusionarán y de esta manera se comprobará la exactitud de la antigua profecía repetida en La Biblia de que “no habrá más mar”. El aire (el cielo) habrá “descendido a la Tierra” y la fusión se establecerá.
En sentido cósmico y no individual, se manifestará el desenvolvimiento del Cristo cósmico que “toda la creación espera”; así llegará la culminación del deseo como resultado de la aspiración consagrada. Sólo entonces “se cumplirá el deseo de todas las naciones” y aparecerá Aquel que todos los hombres esperan:
En Tauro, Libra, Escorpio y Piscis, tenemos la historia del deseo.
1. Tauro-el Toro del deseo.-Rige el deseo material.
(Vida)
2. Libra-el equilibrio del deseo.-El objetivo opuesto al deseo es la balanza o los platillos.
(Equilibrio)
3. Escorpio-la victoria del deseo espiritual.-El alma triunfante.
(Cualidad)
4. Piscis-la culminación del deseo divino.-El deseo de todas las naciones. El Cristo Cósmico.
(Apariencia)
Tenemos en Libra, por lo tanto, la experiencia individual de la vida equilibrada, donde se lleva a cabo la experimentación, trayendo la consiguiente inclinación de los platillos en una u otra dirección, hasta que el peso del deseo o la aspiración espiritual, hace descender suficientemente uno de los platillos a fin de indicar el camino que el hombre debe seguir en ese momento. Tenemos en Libra la experiencia de la humanidad en donde se están haciendo los mismos reajustes y experimentos; pero esta vez está implicada toda la raza humana, no sólo el individuo. Esta experiencia grupal, llevada a cabo en el plano mental, únicamente será realizada cuando todos los hombres estén polarizados mentalmente y se constituya y tenga lugar el Día del Juicio, ya mencionado. Precursores de esto son el “punto de crisis' en Libra, la presente situación del mundo y el reajuste necesario; sin embargo, el equilibrio tiene lugar, en la actualidad, en el plano astral y los deseos predominantes de los hombres están en situación de proporcionar el factor decisivo, mientras que en el próximo gran ciclo las mentes de los hombres decidirán. Los hombres más destacados de la época -discípulos, aspirantes e intelectuales- están pasando hoy las pruebas de la experiencia en Escorpio, en tanto que las masas se hallan en los platillos de la balanza; el peso de los deseos de la masa los elevará hacia una decisión espiritual, o los hará descender a los objetivos materiales y egoístas.
Debido a esta cualidad equilibradora de Libra, dicha constelación puede vincularse más específicamente con los problemas sexuales que cualquier otro signo. Por lo general, el estudiante común de astrología, vincula mentalmente el sexo con los signos de Tauro y Escorpio, lo cual probablemente se deba a que al Toro se lo considera, con frecuencia, el símbolo de los insanos impulsos del incontrolado principio sexual, y también porque en Escorpio se aplican las pruebas fundamentales. En las primeras etapas, para la mayoría de los aspirantes, el sexo constituye un problema fundamental. Sin embargo, esotéricamente, en Libra se plantea la cuestión y se planteará acrecentadamente, exigiendo una respuesta; además en Libra debe producirse el equilibrio de los pares de opuestos y llegar a una solución por medio de la actividad de la mente jurídica y el establecimiento de un punto de equilibrio entre los principios masculino y femenino. Esto también constituye (pues es parte de la simbología habitual) el problema básico existente entre las Ovejas y las Cabras, entre lo negativo y lo positivo y entre los que siguen ciegamente el instinto o la costumbre, y quienes ascienden libremente hacía donde ellos eligen y son autodirigidas su conducta y actitud. Esta autodirección puede llevarlos a la rueda de la vida, ya hacia el deseo egoísta, o a la aspiración espiritual; pero lo que se debe tener presente es que jurídicamente y en forma intencional, después de la debida reflexión y de haber equilibrado las distintas modalidades, hacen lo que les parece y consideran correcto y deseable. Esto en sí tiene una utilidad básica y así aprenden; toda acción produce resultado y la mente jurídica pesa la causa y el efecto más correctamente que ninguna otra.
No tengo la intención de dar la solución del problema sexual. La humanidad lo resolverá inevitablemente a medida que transcurran los eones y el instinto de rebaño dé lugar a las actitudes premeditadas y autoconscientes del aspirante y del intelectual. Sin embargo quiero recordarles que el instinto de rebaño, en relación con el sexo, tiene sus bases, tanto en el deseo instintivo animal, natural y normal, como en las actitudes emocionales, y de todas ellas la peor es esta última categoría, pues lleva consigo profundamente arraigadas las simientes de las dificultades. Abarcan desde la etapa del amor libre y la promiscuidad general, hasta la estrecha ortodoxia, y también el fanático punto de vista cristiano tal como se lo comprende normalmente, pero no en el sentido en que el Cristo consideraba la vida. Este estrecho punto de vista y la normal actitud anglosajona (resultado de la enseñanza de la Edad Media) consideran al sexo inusitadamente pecaminoso y siempre indeseable, como algo que debe ser soportado y sometido, dominado y mantenido secretamente en el fondo de la conciencia cristiana, donde se oculta como un misterio lascivo. Esto se debe también a la influencia ejercida por San Pablo, pero no a la enseñanza del Cristo.
De estas actitudes han surgido una violenta reacción, que hoy se halla en su apogeo, siendo a su vez indeseable y peligrosa como lo son todas las reacciones violentas, pues tan falsa es una como otra; en el centro de la balanza o eje de la rueda, es donde puede observarse correctamente la verdadera perspectiva y la acción indicada. Cuando la relación básica sexual sea finalmente establecida, y el cuerpo y el alma (negativo y positivo) estén permanentemente relacionados en las vidas de los aspirantes del mundo, entonces veremos la enseñanza sobre el tema del sexo físico correctamente dirigida en el mundo. Esta enseñanza vendrá por la fusión y síntesis de los mejores puntos de vista de los instructores espiritualmente orientados, en ambos hemisferios, incorporando la experiencia de Oriente y Occidente, y también el acercamiento del místico y del científico a un misterio que es físico (que requiere comprensión científica) y místico (que demanda interpretación espiritual). Implicará la ayuda y las conclusiones de la profesión médica, a fin de dar la inteligente necesaria instrucción física, y la ayuda del conocimiento cultural de los yoguis de la India, en conexión con la energía que fluye a través de los centros -en este caso el sacro. Finalmente, por medio de la actividad inteligente de los hombres del mundo, orientados legal y jurídicamente, terminará la búsqueda de un equilibrado y deseable punto de vista. Por los innumerables experimentos sexuales que se llevan a cabo hoy, la generación próxima llegará a un punto de equilibrio y, como consecuencia, se inclinarán los platillos hacia la dirección deseada y deseable. Sobre esto no hay duda alguna; únicamente falta determinar el momento, y éste será determinado astrológicamente. Por medio de las mentes jurídicas y de la correcta legislación, el sexo será oportunamente considerado como una función correcta y divina, que estará salvaguardado por la educación adecuada de los jóvenes y de los ignorantes, y por medio de la correcta acción de la juventud y la emergente generación altamente inteligente -los niños de hoy.
La enseñanza de hábitos sexuales erróneos, el ejemplo de la extendida prostitución (aplico esta palabra tanto a los hombres como a las mujeres), la proliferación de la homosexualidad (no en su predisposición y singular conformación fisiológica, sino desde el ángulo de una mentalidad pervertida y de una imaginación malsana que está hoy detrás de gran parte de su expresión), la estrecha mentalidad cristiana heredada de un complejo de culpabilidad en lo concerniente al sexo y a la herencia de cuerpos físicos enfermos, excesiva o débilmente sexuales, han llevado a la raza a su actual caótico e ignorante manejo de este importante problema. La solución no se hallará en los pronunciamientos religiosos basados en una teoría caduca, o por la inhibición fisiológica o el libertinaje legalizado; tampoco vendrá por medio de la legislación, inspirada por las distintas escuelas de pensamiento de cualquier comunidad o nación. Será el resultado de la actividad unida de las conciencias espiritualmente orientadas, la actitud jurídica, la percepción intelectual y el constante impulso del proceso evolutivo. Nada puede impedir la inevitabilidad de la solución ni la aparición de actitudes deseables y condiciones en las que el sexo pueda tener la correcta expresión.
Libra, como ya saben, gobierna la profesión jurídica y mantiene el equilibrio entre el bien y el mal, lo negativo y lo positivo y también entre Oriente y Occidente. Esto último quizás les parezca una frase sin sentido, pero la verdadera y correcta relación (que aún no ha sucedido) entre Oriente y Occidente, vendrá y se establecerá por medio de la actividad de Libra y del trabajo de la profesión jurídica.
Libra ha sido “el promotor de la Ley”. La legislación fue hasta ahora engrosada por la aplicación de esas negaciones y actitudes de temor, conservadas en el Código Mosaico e impuestas mediante el castigo, debido a su quebrantamiento, etapa probablemente necesaria para las razas infantiles, a fin de mantener un régimen de “jardín de infantes” para los hombres. Pero el género humano está llegando a la madurez y se requiere hoy una interpretación distinta de los propósitos e intenciones de Libra, por medio de la Ley. La Ley debe llegar a ser custodio de una rectitud positiva y no un simple instrumento para su aplicación. Así como tratamos de eliminar la fuerza de nuestras relaciones nacionales, y hoy es evidente que las condenas drásticas no han logrado prevenir la delincuencia ni impedir que la gente actúe con violento egoísmo (y esto constituye toda la delincuencia), y así como la actitud social (en contradicción a la posición antisocial de los que quebrantan la ley) es considerada deseable y enseñada en nuestras escuelas, así también está comenzando a surgir en la conciencia pública la inculcación de correctas relaciones, la difusión del autocontrol y el acrecentamiento del altruismo (que es, seguramente, la meta subjetiva y a menudo incomprendida de todo procedimiento jurídico), constituyendo el necesario acercamiento a la juventud. La influencia de Libra debería ser impuesta en la infancia sobre líneas espirituales. La delincuencia será desterrada cuando las condiciones ambientales en que el niño vive sean mejoradas; cuando en los primeros años formativos se dé preferente atención al equilibrio glandular, tanto como a los dientes, los ojos, los oídos, la correcta postura y la adecuada alimentación, y cuando exista también una distribución más apropiada del factor tiempo y cuando la sicología y la astrología esotéricas contribuyan con sus conocimientos a educar a la juventud. Los antiguos métodos deben ceder su lugar a los nuevos y la actitud conservadora debe ser abandonada en favor del entrenamiento y experimentos físicos, síquicos y religiosos, aplicados en forma científica y motivados místicamente. Al decir religioso, no me refiero a la enseñanza doctrinaria o teológica, quiero significar el cultivo de esas actitudes y condiciones que evocarán la realidad en el hombre, y traerán a primer plano la conciencia del hombre interno espiritual, logrando así el reconocimiento del Dios inmanente.
Sobre esto nada más debo decir. Me he extendido algo sobre el sexo y el sistema jurídico, porque ambos están regidos y condicionados por Libra, lo cual irá aumentando. El tema es demasiado vasto e importante, sólo puedo indicarles las líneas de acercamiento. El manejo superficial del problema no tendría valor alguno. En este período de transición, por el que ahora está pasando el mundo, y en este intervalo entre dos actividades -la de la era pisciana que está terminando y la de la era acuariana que está entrando- regirá Libra oportunamente, y al finalizar este siglo se verá su influencia ejerciendo un pronunciado control y entrando en una posición de poder en el horóscopo planetario, por lo tanto no hay por qué sentir ansiedad.
Cierta relación o configuración de estrellas -siendo una de ellas Régulo, en Leo- producirá una situación donde tendrá lugar la reorientación de la actitud de la profesión jurídica; para beneficio del mundo serán centralizadas sus funciones y deberes, y en este proceso la legislación para la niñez asumirá gran importancia y será el poder motivador. Este paso jurídico será primeramente abogado por Rusia y apoyado por los Estados Unidos de América. Antes del año 2035, tal legislación será universal, en su esfera de influencia y control.
Todo esto acontecerá porque Libra rige el intervalo actual y podría ser considerado como el “año de la tierra de nadie”, denominado así hace poco por uno de los Maestros de Sabiduría. Un estudio del Bhagavad Gita y de los problemas de Arjuna, cuando desesperado se sentó entre los dos ejércitos adversarios, será muy esclarecedor respecto a Libra. La gran batalla que se relata en esa antigua escritura de la India aconteció realmente, por primera vez, a mediados de la Era Atlante y en el signo de Libra. El principal conflicto del actual período Ario se está librando en una vuelta más elevada de la espiral y bajo la influencia de Escorpio. En el pasado, esto preparó al discípulo probacionista mundial, la humanidad, para el Sendero del verdadero Discipulado. En el presente está preparando al discípulo mundial para recibir la iniciación. Durante el vasto intervalo entre el decisivo acontecimiento Atlántico y la era actual, tuvo lugar una gran reorientación en la Rueda de la Vida; desde entonces varios millones de hombres han pasado de Escorpio a Libra, simbólicamente hablando, y “fueron pesados en la balanza”, luego reenfocaron su vida de deseos hacia la aspiración espiritual, reforzando su determinación de avanzar, y así han retornado a Escorpio en la rueda revertida. Reflexionen sobre este pensamiento, pues constituye en la actualidad un verdadero problema para la masa de hombres inteligentes.
Como ya saben, Libra es uno de los cuatro brazos de la Cruz Cardinal. Esto explica nuestra dificultad para comprender la naturaleza real de su influencia. La significación de las energías que actúan sobre nuestro sistema solar, por medio de los cuatro brazos de esta Cruz, o desde las cuatro constelaciones, Aries, Cáncer, Libra y Capricornio, pueden ser resumidas en cuatro palabras: Creación, Manifestación, Legislación e Iniciación. Difícilmente comprenderán el verdadero alcance y significado de las palabras que he dado.
Cósmicamente significan la actividad de la Deidad, cuando el espíritu y la materia son puestos en una definida relación y, bajo el propósito divino, produce esa fusión de energías vivientes que serán adecuadamente poderosas en tiempo y espacio, para llevar dicho propósito a su deseada culminación. Esto es Creación, o Aries en actividad. También significan la aparición objetiva de la forma mental que Dios ha creado, en la cual están personificados Su deseo, Su voluntad, Su propósito y Su plan. Esto es Manifestación, o Cáncer en actividad. Significan también el desarrollo del plan de acuerdo a la ley espiritual y natural, cuya expresión es evolutiva; tal la meta y expresión de la evolución, y revela constantemente la naturaleza de Dios, porque las leyes bajo las cuales está gobernado nuestro sistema solar expresan la cualidad y el carácter de Dios. Esto es Legislación, o Libra en actividad, Significan, finalmente, el proceso de iniciación donde, paso a paso y etapa tras etapa, de acuerdo a la ley y por el método de la experiencia adquirida durante la manifestación, se comprende conscientemente el plan creador. El desarrollo del plan es así llevado adelante mediante una serie progresiva de comienzos, manifestaciones y culminaciones -relativas en su naturaleza, pero conducen a una culminación absoluta. Esto es Iniciación o actividad en Capricornio. Todo se produce en una vasta e incomprensible escala, en lo que a la comprensión humana concierne.
Pero deben ser captadas oportunamente en las etapas finales. del proceso evolutivo, la conciencia y la comprensión de un propósito mayor que está detrás de la intención más exotérica del desenvolvimiento de la conciencia en este sistema solar, en el planeta y en el hombre. Cuando el hombre desarrolla esta comprensión se convierte en un iniciado, abandona su posición en la Cruz Fija y empieza el relativamente lento proceso de ascender a la Cruz Cardinal. Luego se convierte en un colaborador del gran proceso y propósito creador. Empieza a crear su propio cuerpo de expresión en la Cruz Cardinal y a sentir el impulso de Aries, pero aún no lo comprende. Manifiesta conscientemente en el mundo lo que trata de llevar a cabo, revelándole Cáncer los secretos de dicho mundo. Se convierte en su propio legislador, rigiendo su conducta inteligentemente, controlando sus impulsos intelectualmente y después Libra lo capacita para equilibrar las leyes materiales y espirituales. Cuando ha realizado esto descubre que está preparado para iniciar nuevos y más profundos experimentos (¿debería llamarlos experiencias?) y, como participante en el plan divino y colaborador en el propósito divino, llega entonces a ser su propio iniciador, y así está preparado para recibir la iniciación. Tales son las paradojas de la vida espiritual. El secreto de la Cruz Cardinal es revelado únicamente al hombre que ha ascendido a la Cruz Fija y ha sufrido su cuádruple experiencia. No puedo decir más de lo que ya he dicho.
Libra es un signo de aire; hay tres de estos signos en el zodíaco, y su interrelación constituye un estudio muy interesante, como lo son todas las triplicidades principales, que bien merecen la concienzuda investigación del estudiante.
Cada uno de los tres signos se encuentra en una de las tres Cruces:
1. Géminis, los Gemelos Cruz Mutable Dualidad.
2. Libra, la Balanza Cruz Cardinal Equilibrio.
3. Acuario, el Portador de Agua Cruz Fija Iniciación.
Por lo tanto los tres representan la dualidad -sentida, dominada y resuelta en la síntesis del gran Servidor del Mundo, identificada en el Hombre celestial, y aportando su contribución, extraída de la suma total de la energía, durante su experiencia en la rueda de la vida, para servir al Todo. Recuerden que la iniciación es otro nombre para la síntesis y la fusión.
Desde otro ángulo tenemos:
1. Géminis, los Gemelos Mente Causa de la dualidad.
2. Libra, la Balanza Supermente Causa de la Síntesis.
3. Acuario, el Portador de Agua Mente Universal Alma.
Estos tres signos son preeminentemente, signos de la mente de Dios a medida que se expresan a través del hombre; al principio domina la mente inferior, causando el reconocimiento del Yo y del no-yo, o el dualismo esencial que subyace en toda manifestación; sin embargo, la mente superior aumenta constantemente su poder y control, produciendo el equilibrio de los pares de opuestos mediante la iluminación de la mente inferior; luego el alma, el eterno Hijo de la Mente, llega a ser la última síntesis, enfocando y relacionando la mente universal con los dos aspectos inferiores de la Mente de Dios.
Estas indicaciones servirán para mostrarles una de las grandes interrelaciones que existen entre las tres Cruces, de las cuales me ocuparé más detalladamente cuando las estudiemos en otro lugar de esta segunda parte sobre astrología esotérica.
Resulta interesante que en la nota sobre la quinta tabulación fueron omitidos Libra y Géminis. No fue un error, sino algo de verdadera significación y una omisión que merece ser reconocida, basada en dos hechos: Primero, hubo una época en que, como habrán oído decir, sólo había diez signos, y en esos antiguos días, así corno en la actualidad, existían divergencias de opinión entre los astrólogos científicos. Diferían sobre cuáles serían los diez signos; referente a esto había varias escuelas de pensamiento y dos de gran importancia. Una de ellas fusionó o convirtió en un solo signo a Leo-Virgo, perpetuando su creencia en la Esfinge; la otra suprimió totalmente a Géminis y a Libra, y era anterior a la última, que en realidad tenía un zodíaco de once signos. Este hecho es hoy, para ustedes, muy importante. El otro punto notable y de relativa importancia es que Géminis y Libra son dos signos estrictamente humanos, y corresponden al hombre común. Géminis, en la Cruz Mutable, representa la humanidad del hombre, mientras Libra, en la Cruz Cardinal, rige su vida espiritual y subjetiva.
Los demás signos, en su culminación, conducen al hombre más allá de la etapa de la humanidad común, y traen los siguientes estados de conciencia:
1. Aries y Virgo. - El Cristo cósmico. Universal e individual.
2. Tauro y Piscis. - Los Salvadores del mundo, por ejemplo, el Buddha y el Cristo
3. Leo y Acuario. - Los Servidores del mundo, por ejemplo, Hércules.
4. Sagitario y Capricornio. - Los Iniciados del mundo, por ejemplo, los Maestros.
5. Cáncer y Escorpio. - Los Discípulos triunfantes.
Sin embargo, el énfasis de Géminis y Libra, en lo que concierne a la humanidad, está puesto sobre la realización y obtención del punto de equilibrio, antes de que sea posible otra realización.
También es particularmente instructivo el estudio de los regentes de este signo. Desde el ángulo de la astrología ortodoxa Venus rige a Libra, mientras que, hablando esotéricamente, rige a Urano. Saturno es el regente en este signo de esa estupenda Jerarquía Creadora -uno de los tres grupos principales de Constructores- que forman parte del tercer aspecto de la divinidad; Su meta consiste en proporcionar una forma a los Hijos de la Mente, y de este modo ofrecer una oportunidad para el sacrificio y el servicio. Un estudio de la relación que tiene esta Jerarquía con los egos humanos, la cuarta Jerarquía Creadora, será muy iluminador; me he ocupado algo de ella en el Tratado sobre Fuego Cósmico. Si se lleva a cabo el estudio surgirá con toda claridad la naturaleza y propósito de los tres regentes.
En consecuencia, este signo se halla estrechamente vinculado al tercer aspecto de la Deidad, y es por lo tanto un signo regente y condicionador de la Ley, del Sexo y del Dinero. Reflexionen sobre esto. Los tres aspectos divinos son en sí mismos triples, manifestándose de tres maneras, o por medio de tres aspectos menores, y este tercer aspecto no es una excepción a la regla que subyace en todas las triplicidades que condicionan los procesos de la evolución y la manifestación. Por el estudio del signo de Libra vendrá la luz sobre el tercer aspecto. El primer aspecto de voluntad o poder, se expresa en este signo como Ley, legislación, legalidad, justicia; el segundo, se manifiesta como la relación entre los pares de opuestos (de los cuales los platillos son el símbolo), que en el plano físico se expresa como sexo; el tercer aspecto se demuestra como energía concretizada que denominamos dinero, literalmente, el oro, el símbolo exteriorizado de lo creado mediante la unión del espíritu y la materia en el plano físico. El tercero es, como ya saben, el aspecto creador y la energía que produce el piano tangible externo de la manifestación -el aspecto forma de la vida.
Por lo tanto, si los estudiantes quisieran hacer un cuidadoso estudio de los tres -ley, sexo y dinero- a medida que se expresan hoy y se expresarán en el futuro, obtendrán un cuadro de la realización física humana y de la futura expresión espiritual, lo cual será muy instructivo y vale la pena hacerlo. Todo el proceso está justificado por la actividad de los tres regentes de Libra: Venus, Urano y Saturno.
Venus rige en Tauro, Libra y Capricornio, origen de la mente inteligente, actuando por medio del deseo (en las primeras etapas) o por el amor (en posteriores etapas). En Tauro, significa que la mente se expresa por medio del deseo inteligente, la meta del conocimiento para el hombre común. En Libra se obtiene el punto de estabilidad o equilibrio, entre el deseo personal material y el amor espiritual inteligente, porque en Libra las dos cualidades del deseo cósmico son destacadas en la conciencia y equilibradas mutuamente. En Capricornio representa el amor espiritual, expresándose perfectamente cuando el trabajo de Tauro y Libra ha sido cumplido. Así puede ser trazado de un signo a otro, en todo el sendero zodiacal, el hilo dorado del progreso evolutivo y así puede verse la historia de la humanidad y visualizarse su meta. En una fecha posterior se podrá trazar el mismo hilo dorado respecto a los otros reinos de la naturaleza, pero aún no ha llegado el momento y el tema no sería de importancia ni de valor. Sin embargo, cuando se despierte la conciencia del hombre, de tal manera que pueda registrar lo que está ocurriendo en los tres reinos inferiores de la naturaleza, entonces obtendrá mayor luz e información. Esto acontecerá en ese período de la historia humana en que Libra predomine, y los tres aspectos divinos de la tercera persona de la Trinidad, el Espíritu Santo, el Creador -ley, sexo y dinero- dará la clave de los tres reinos inferiores. La ley, ley natural (la exteriorización de la Ley espiritual subjetiva) proporcionará la clave del reino animal: el sexo, o la conciencia de afinidad, revelará el misterio del reino vegetal; el dinero revelará el secreto del reino mineral, y todo esto se efectuará mediante la actividad de Venus, cuando se comprenda mejor esta actividad en los signos, Tauro, Libra y Capricornio. Esto lo elucidaré más detalladamente cuando lleguemos al estudio de la Ciencia de los Triángulos.
Aquí sólo diré que cada uno de estos tres signos está relacionado a uno de los tres aspectos de la vida divina:
1. Tauro-reino animal-ley-ley natural.
2. Libra-reino vegetal-sexo--afinidad natural.
3. Capricornio--reino mineral-dinero-.--expresión concreta de la Ley de Abastecimiento, y
Éstos forman un triángulo, en el cual Libra está en el ápice y predomina.
Urano es el regente esotérico de suma importancia en este signo, porque el séptimo rayo actúa por medio de este planeta, personificando el principio de concreción y materialización de lo que debe manifestarse objetivamente mediante la unión del espíritu y la materia. Aquí se oculta el misterio del dinero, su creación y producción. Quisiera señalar que el proceso creador concierne única y exclusivamente al tercer aspecto de la divinidad. La creación del dinero se produce mediante la relación de los tres aspectos de la tercera manifestación divina -ley, afinidad y energía concretizada.
Es aquí donde fracasan la mayoría de los místicos y servidores del mundo. Actúan desde un plano demasiado elevado y desde el punto de vista del incentivo espiritual. Normal y naturalmente (porque allí es donde está colocado el foco de su conciencia) actúan desde el punto de vista del segundo aspecto, mientras que el tercer aspecto (igualmente divino e importante) debe ser invocado y evocado. Reflexionen sobre estas palabras. No consiste en unir el espíritu y la materia, como entiende el ocultismo estos términos, sino relacionar la necesidad física con el abastecimiento físico y unir dos cosas tangibles mediante el poder de la imaginación creadora. Por esta razón muchas escuelas de pensamiento tienen tanto éxito en materializar lo que necesitan y otras fracasan tan significativamente. Actúan desde un plano demasiado elevado y no tienen la capacidad de lograrlo. He dado sugerencias que pueden tener resultados fructíferos si se las interpreta adecuadamente y actúan con móvil correcto, grupalmente y con propósito altruista.
Por medio del planeta Urano, Libra está relacionada a Aries y Acuario y también en un sentido muy profundo se pone en contacto entre sí el gran par de opuestos Aries-Libra. Por medio de su actividad, se efectúa una intensa interacción para obtener en Libra aquello que tuvo su comienzo en Aries. Aries, Libra y Acuario, constituyen por lo tanto otro triángulo de poder, que se considerará más adelante. Estos triángulos, como sugerí anteriormente, dominarán en forma muy interesante en la nueva astrología y condicionarán los mapas de aquellos cuyos horóscopos están considerando.
Por lo tanto, Libra está relacionado a cinco signos del zodíaco: Aries, Tauro, Géminis, Capricornio y Acuario:
1. Aries Comienzo Creación Evolución.
2. Tauro Deseo Incentivo Progreso.
3. Géminis Dualidad Condición Interacción.
4. Capricornio Síntesis Iniciación Realización.
5. Acuario Objetivo Inclusión Servicio.
Esta relación la establecen tres regentes: Venus, Urano y Saturno.
Estos cinco signos con Libra en el punto de equilibrio, crean una de las estrellas de seis puntas de la evolución, y también relacionan esos signos con tres planetas, que conciernen peculiarmente a la expresión de la conciencia crística en el mundo.
Estos tres planetas se hallan (a través de los rayos, de los cuales son los medios) en la primera línea principal de fuerza, la de voluntad o poder y de propósito y meta visualizada:
1. Urano. - 7mo. Rayo de Magia Ceremonial. Dios, el Padre. El que relaciona. El origen de la dualidad. El que percibe el fin desde el principio. La conciencia espiritual.
De la Intuición a la Inspiración
2. Venus. - 5to. Rayo de la Mente. Dios, el Hijo. El Hijo de la Mente. El que incluye. La conciencia egoica.
Del Intelecto a la Intuición
3. Saturno. - 3er. Rayo de Inteligencia. Dios, el Espíritu Santo. El que conoce. La mente. La conciencia humana.
Del Instinto al Intelecto
Por esta razón básica -fundada en la triple relación anterior- Libra es el “punto de equilibrio” en el zodíaco. En la mayoría de las otras constelaciones, en una etapa u otra, se produce un “punto de crisis donde el efecto de la energía que afluye al hombre a través del signo (vía los planetas regentes) se halla en su máximo punto de efectividad; esto, con el tiempo, precipita la crisis requerida para librar al hombre de las influencias planetarias que condicionan su personalidad y lo colocan más definida y conscientemente bajo la influencia del signo del zodíaco. Pero en Libra no existe un punto de crisis, como tampoco en Aries. Únicamente existe el intervalo de equilibrio como preludio de un progreso más efectivo y sensible en el Sendero. Lo mismo sucede en Aries. Como se dice esotéricamente: “Antes de la creación reina el silencio y la quietud de un punto centralizado”. Esto es aplicable a Aries y a Libra -al primero en un sentido cósmico y creador, al segundo en un sentido evolutivo, individual y progresivo.
Los siguientes planetas y sus rayos rigen la Cruz Cardinal, de la cual Libra es uno de los brazos:
1. Marte 6to. Rayo Idealismo Devoción Lucha.
2. Mercurio 4to. Rayo Armonía a través del Conflicto.
3. Urano 7mo. Rayo Orden Ceremonial. Ley o Magia.
4. Venus 5to. Rayo Conocimiento Concreto o Ciencia.
5. Saturno 3er. Rayo Inteligencia Activa.
6. Neptuno 6to. Rayo Idealismo Devoción Lucha.
Tenemos aquí seis planetas y cinco rayos de energía, y la expresión de las dos líneas de energía espiritual: Sabiduría en dos de los rayos y planetas, y tres rayos y planetas en la primera corriente principal de energía, voluntad o poder. Observarán cómo tres de estos rayos predisponen definidamente al sujeto de Libra a lograr una comprensión concreta, voluntad inteligente y conocimiento: el primer rayo (que actúa por medio del 3ro. y 5to. rayos), el quinto y el tercero. De allí la efectividad de Libra en el plano físico y el poder del sujeto evolucionado de Libra para proyectar la expresión física, el propósito espiritual interno, o la voluntad intencionada. H. P. Blavatsky fue un ejemplo de esto; era una persona que estaba facultada para hacerlo.
En este signo está exaltado Saturno, porque -en el punto de equilibrio- llega la oportunidad y es presentada la situación que obliga a elegir y a tomar inevitablemente una determinación. Esta elección debe hacerse inteligentemente en la incipiente conciencia cerebral en el plano físico. Sólo ahora el pleno propósito y el trabajo de Saturno realizado para la humanidad, puede alcanzar un punto de utilidad grupal, porque justamente la humanidad ha alcanzado cierto grado de inteligencia general y amplia, que puede hacer de cualquier elección un definido acto consciente, implicando responsabilidades. Antes de la época actual, únicamente unos pocos discípulos precursores y un puñado de personas inteligentes podían elegir libremente, al producirse ese “punto de equilibrio”, hacia qué lado querían “inclinar los platillos”. Hoy tenemos un sinnúmero de esas personas, y de allí la intensa actividad de Saturno, a medida que entramos en el primer decanato de Acuario; de allí también la actividad similar de la humanidad porque se halla ahora en el sendero de probación, el cual es regido y controlado por Libra; por lo tanto, el sendero de elección, de la deliberada aplicación de medidas
purificadoras y el punto decisivo que precede a Escorpio, que gobierna el Sendero del Discipulado, puede debidamente desempeñar su parte.
El poder de Marte es disminuido en Libra, el signo del intervalo, quedando Marte temporariamente pasivo, antes de reunir sus fuerzas para un renovado esfuerzo en Escorpio o para la aceleración de la vida espiritual en Virgo, de acuerdo a como gira la rueda para el hombre.
El Sol cae en este signo, porque ni la personalidad ni el alma predominan en el hombre que es puramente de Libra, logrando así un equilibrio, dejando esotéricamente de “sintonizarse entre sí”. No oye la voz de la personalidad ni la del alma, pero como dice El Antiguo Comentario, “se produce una suave oscilación. No se escucha ninguna nota estridente, no se ve ningún matiz violento afectando a la vida (no sé cómo traducir las palabras originales) ni se produce ningún vuelco en el carruaje del alma”. La significación del lugar de los planetas en este signo emergerá claramente en la conciencia cuando sean estudiados cuidadosamente, entonces llegará a definirse en sus mentes el significado de Libra. Las características de este signo no son fáciles de definir o comprender, porque en realidad constituyen la síntesis de todas las cualidades y realizaciones pasadas, siendo difícil obtener una clara presentación de los pares de opuestos. Respecto al hombre que se halla en el sendero de probación, o está a punto de recorrerlo, podría decirse que sus características y cualidades en este signo son:
EQUILIBRIO DE LOS PARES DE OPUESTOS EN LIBRA
Volubilidad y Versatilidad Posición segura y afianzada.
Desequilibrio Equilibrio.
Preferencia. Prejuicio Justicia. Juicio.
Estupidez obtusa Sabiduría entusiasta.
Falsedad ostentosa Verdadera expresión correcta.
Intriga Conducta honesta.
Actitudes materialistas Actitudes espirituales.
Este equilibrio entre los pares de opuestos hace difícil a veces comprender al hombre de Libra, pues parece vacilar, aunque no por mucho tiempo, y frecuentemente en forma imperceptible, porque siempre se produce el equilibrio final de las cualidades de que está dotado.
Los regentes de los decanatos de este signo son presentados como duales por las distintas escuelas de astrología. Sefarial da la Luna, Saturno y Júpiter como planetas controladores, mientras que Alan Leo propone Venus, Saturno y Mercurio. En éste como en otros casos, la verdad está entre ambos, o en la combinación de los dos. Los verdaderos regentes de los decanatos de Libra son Júpiter, Saturno y Mercurio. No es necesario extenderse más sobre los efectos que producen, excepto indicar que la influencia de Júpiter da por resultado “la apertura de la puerta de la matriz” en Virgo, planeta que consideraré cuando estudiemos en el próximo tema este signo del zodíaco.
Las palabras o notas clave de este signo son tan claras y llanas que cualquier explicación mía sólo servirá para confundir. Hablan directa y claramente al corazón. Para el hombre medio que no ha desarrollado la conciencia espiritual, la frase que se repite constantemente a través de los eones es: “Y el Verbo dijo: Hágase la elección”. La respuesta viene oportunamente desde el alma y como resultado del proceso evolutivo: “Elijo el camino que lleva entre las dos grandes líneas de fuerza”.
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