7. Hijo del fuego ( Cap 18 al 20 )

Dieciocho cuándo se hará se despertó la habitación estaba sumida en una completa oscuridad y el lugar de la cama a su lado estaba vacío un cierto temor le recorrió a podría haber ido sin sin estoy aquí contestó él desde la derecha las luces proyectaron un tenue respe landor ya se dio la vuelta y lo vio sentado en uno de los sillones cerca de la ventana totalmente vestido la miró con rostro impasible tendremos que irnos pronto de acuerdo sin se levantó y cruzó la estancia te espero fuera ya era frunció el cejo al oír su tono y cogió la ropa que él había doblado y colocado pulcramente sobre la mesilla de noche en que habría estado pensando mientras ella dormía fuera lo que fuese debía de haber sido algo malo para que se mostrara tan frío suspirando se levantó de la cama y fue a ducharse y vestirse sin apoyo en las puerta cerrada con el cuerpo dolorido de deseo al recordarla durmiendo tan confiada sobre todo recordaba la sinceridad en su voz cuando le había dicho que lo amaba mi alma esas palabras lo habían destrozado por dentro quería alegrarse pero al mismo tiempo sentía el impulso de salir corriendo como deseaba verla cono ácido cuando era un médico sin pasado eso era lo que ella se merecía no un ratero sin país sin dignidad nada vamos chaval las penas del corazón vienen y van lo sabes mejor que nadie si al final acabarán yéndose pero el dolor permanecía para siempre e incluso se vivir mil años sabía que el dolor de perderla lo perseguiría en todo momento como renuncio a alguien que me ama como siempre lo has hecho al final ella será igual que paren y también llegara a odiarte solo es cuestión de tiempo era cierto cerró los ojos y trató de borrar la imagen del cuerpo relajado desear dudas viendo entre sus brazos dios pero que le había hecho ella lo sabía bien le había llegado más hondo que nadie sus caricias se le habían grabado a fuego en el corazón y por mucho que desear a otra cosa nunca sería capaz de renunciar a ella no sin arrancarse el corazón porque a fin de cuentas él también la amaba qué demonios ya te acostumbrarás al dolor como siempre te has acostumbrado a todo lo que la desgracia te ha puesto en el camino la oyó acercarse a la puerta y se apartó de allí cogió las mochilas y trato de actuar con la máxima indiferencia posible ya hará todavía se estaba trenzando el cabello cuando se reunió con él sin carraspeo estás preparada para esto ella arrugó la nariz con gesto de desagrado y esa expresión le encogió así en el estómago como podía una mujer seguir siendo tan hermosa mientras parecía tan fastidiada la verdad es que no pero sí debemos arriesgar la vida e ir a entrarnos con gente que nos quiere matar él no le dijo nada y contacto con bleach cuál es tu situación cabreado sin río que está pasando ahí fuera la calle está básicamente despejada hay una pareja en la esquina practicando sexo en un vehículo gente desagradable que hace cosas privadas en público es que no tenéis casa plebeyos desarrapados aparte de eso la calle tiene buena pinta sin sexo mochila al hombro y luego le tendió la suya se hará cuando ésta se la hubo colocado salieron del edificio con el delante y se aseguró de no prestar atención a la pareja del vehículo ya era frunció el cejo ante su persistente frialdad mientras lo seguía qué habría pasado mientras ella dormía bueno pues esta será la última vez que me duermo cuando estoy contigo colega siempre te despiertas de tan mal humor el arqueó una ceja mirándola perdona ya me has oído estaba es normal cuando me dormí ahora parece casen en sus mejores momentos alguien te ha dado un susto mientras yo estaba fuera de combate no tengo respuesta para eso su tono era totalmente seco pero ella no le dio cuartel sí claro si fueras una mujer juraría que te ha venido la red gla sin se detuvo y la miró fijamente no sabes que soy el hijo de mi padre la gente no me habla así sigue viva o como si me diera miedo además una pelea puede que te haga saltar lo que se te han alojado en el esfínter y vuelva tu versión agradable sin ofender pero hecho de menos a ese sin le hablas así a tu hermano siempre él negó con la cabeza y por eso te adora ya sabía que caiga era un cabrón masoquista ya lo miro si se ando y aun asi el seguia fascinado con ella incluso mientras lo