Muy buenos días!
Soy José Barceló, soy fotógrafo y también profesor de fotografía en JOSEBARCELO.COM y en los cursos presenciales de Mallorca Fotográfica
Seguimos con la idea de “menos es más” en fotografía. Hoy me gustaría hablaros de cómo puede ayudaros llevar menos material en vuestra bolsa fotográfica.
Y seguramente estaréis pensando… pero Jose, se te vuelve a ir la pinza, y si justo me dejo el objetivo angular en casa y resulta que salgo a hacer fotos y justo me encuentro un paisaje espectacular y super amplio… tendría que haberme llevado todo el equipo fotográfico…
Y es cierto, si dejáis material en casa, eso os ocurrirá más de una vez. Pero la idea es saber que sacrificando esas oportunidades, las oportunidades que se os abrirán gracias a ir ligeros de equipaje compensarán con creces el perderos algunas fotos.
Ya os conté en el episodio 6, que estudié veterinaria, y poco antes de acabar, hice unas prácticas en un hospital veterinario en Girona. Ahí tenían no se si 6 y 8 consultas, dos quirófanos, salas de preoperatorio, de radiografías, ecografía y 4 o 5 salas de hospitalización. La primera semana ahí para mi fue algo así como llegar a Disneyland para un niño de 5 años. Un montón de cosas interesantes por descubrir pero a la vez un agobio enorme porque era totalmente incapaz de alcanzarlo todo. Porqué os cuento esto, porque después de varios días de andar super agobiado para seguir todos y cada uno de los casos clínicos que entraban en el hospital, me paré a pensar y me di cuenta de que no podía seguir así. Tenía que centrarme. Me perdería muchas cosas, pero podría centrarme en aprender y conocer a fondo los casos que sí fuese a seguir.
La cuestión es que nunca, jamás, en ninguna circunstancia seremos capaces de abarcarlo todo, estemos hablando de lo que estemos hablando.
Así que desde hace tiempo, tengo claro que, lo mejor es centrarse en lo que cada uno es capaz de abarcar y disfrutar de ello al máximo.
Entonces que ocurre si antes de salir de casa metemos en la mochila todo el material fotográfico que tenemos.
Claro, aquí dependerá de cada uno el material que tenga, pero si lleváis algún tiempo haciendo fotos, es fácil que tengáis 3 o 4 objetivos y uno o dos cuerpos de cámara así como varios filtros y otros accesorios.
Pero que ocurre, que como metáis todo eso, todos los objetivos por si acaso tenemos una oportunidad fotográfica y los cuerpos de las cámaras, uno para usarlo y el otro por si justo ese día se nos estropea el primero… al final estaréis cargando kilos y kilos de material fotográfico a la espalda durante todo el día.
Con el tiempo os daréis cuenta de que, lo más habitual es que el objetivo que ponéis primero en la cámara es el que utilizáis en el 90% de las fotos de ese día.
Así que, acabamos cargando con varios kilos en la mochila tan sólo para unas pocas fotos. Que sí, que igual merecen la pena, pero vamos a plantearlo de otra forma.
Si cogéis esa mochila toda cargada y empezáis a pasear por la calle o por el monte, al poco rato empezaréis a cansaros, antes o después según vuestra capacidad física, pero la cuestión es que siempre os cansaréis antes que si vais con una mochila ligera.
Entonces, en cuanto empecéis a cansaros, vuestra capacidad de pensar y visualizar nuevas fotografías se irá reduciendo. Incluso puede llegar un punto en el que aparezca el peor enemigo del fotógrafo, la pereza. y que acabéis por dejar de hacer una foto por no andar unos 15 metros de más.
Y os lo digo porque justo me pasó eso en una excursión que hicimos en Irlanda. Nos habían dicho que duraba una horita con lo que me llevé todo el material, tampoco era un camino tan largo. Finalmente fueron tres sólo para subir, además lloviendo. Cuando llegamos arriba de la montaña, la vista era espectacular, pero yo sólo tenía ganas de quitarme la mochila y sentarme a descansar. La vista era tan maravillosa que las ganas de hacer foto me pudieron, así que dejé la mochila en el suelo, saqué el trípode y me puse a hacer fotos para montar una panorámica. La cuestión es que me entraban en el encuadre unas rocas que sabía que quedaban mal, tenía que bajar una pequeña pendiente embarrada y colocarme en otra posición para evitarlas, pero aunque mi mente lo sabía, mi cuerpo decía que no, así que me quedé con la primera foto y no me moví para hacer la que sabía que me ofrecería un mejor encuadre. Todavía me arrepiento casi tres años después de no haberme movido.
Pero la cuestión es, hubiese pasado lo mismo si en lugar de cargar las tres horas de subida con unos 10 o 15 kilos de material fotográfico en la mochila, hubiese cargado sólo con 2 o 3? Probablemente habría llegado más fresco y no me hubiese dado pereza moverme.
Al bajar, vimos un ciervo a lo lejos. Que bien haber cargado con todo el material, tenía el objetivo de 70-200 y el duplicador que probablemente habría sido la primera opción para dejar en el apartamento.Es cierto, tengo una foto de ese ciervo. También es cierto que como todavía estaba cansado, no me esforcé mucho en esa foto y de varios disparos que hice, algunos estaban movidos y la mejor foto tampoco es una maravilla.
Al revisar las fotos de ese día, todas, salvo la del ciervo, estaban hechas con el 24-70mm, un filtro degradado y trípode. No hice macros, no hice retratos, no utilicé flash, no hice nada salvo la foto mala del ciervo para lo que necesitara todo ese material que me había llevado por si acaso.
Pero cargué todo el material durante toda la excursión.
Con esta historieta lo que me gustaría haceros llegar son tres cosas:
Primero, que cuando un Irlandés os dice que una excursión es corta, no le hagáis ni caso.
Segundo, que cargar material de más os cansará y hará que os perdáis oportunidades o consigáis mejores resultados.
Tercero. Es mejor salir a hacer fotos centrándoos cada día en algo en lugar de salir a ver qué encontráis. Quiero decir, mejor salir un día a hacer fotos de paisaje, otro día a hacer macros y otro día con el 50mm a ver que pillo por la calle, en lugar de tener que cargar con todo porque queréis abarcar todas las posibilidades fotográficas que aparezcan en el camino.
Así que ya os digo, desde mi punto de vista ir ligeros al salir a hacer fotos os ayudará a conseguir mejores resultados.
Para ir ligeros tenemos
Primera opción, la obvia, que es lo que os acabo de comentar, elegir qué fotos salimos a hacer y llevarnos material sólo para esas fotos y dejar el del “porsiacaso».
Segunda opción. Elegir material ligero, una opción, aunque personalmente no acaban de convencerme por motivos de los que ya os hablaré, tenemos las cámaras sin espejo que en este sentido, en cuanto a tamaño y peso son una maravilla.
Tercera opción. Si vais con otros fotógrafos, compartir material. Es lo más inteligente y lo que más versatilidad os dará.
En fin, ya os digo, por lo menos la próxima vez que preparéis la mochila fotográfica, plantearos si realmente cada cosa que metéis es realmente necesario cargarlo.
Y esta noche, Papa Noel, este sí que cuanto más cargado venga, mucho mejor que para eso tiene poderes mágicos jejeje.
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Volvemos a encontrarnos mañana miércoles, día de Navidad con un nuevo epsiodio sobre material fotográfico, continuaremos hablando del uso de los distintos objetivos fotográficos, concretamente hablaremos de los objetivos normales, los de 50mm para entendernos.
Sea como sea, feliz Nochebuena y como siempre, gracias por estar al otro lado, ¡mucho ánimo y a disfrutar!
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